¡Increíble! Un tribunal de Madrid declara a un trabajador "incapaz" por obesidad severa, ¿qué consecuencias le esperan?

El Tribunal Superior de Justicia de Madrid ha emitido una sentencia favorable a un capataz industrial con incapacidad permanente absoluta, producto de una enfermedad degenerativa de los huesos y obesidad severa. Esta decisión le garantiza el derecho a una pensión vitalicia del 100% de su base reguladora, que asciende a 2.280,01 euros.

La historia de este trabajador comienza en julio de 2019, cuando el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) le reconoció una incapacidad para su profesión habitual, debido a un cuadro clínico que incluye espondiloartrosis lumbar, estenosis de canal lumbar, coxartrosis derecha y síndrome femoropatelar. Estas dolencias le llevaban a tener serias dificultades para realizar tareas que involucraban sobrecargas moderadas e intensas en el raquis lumbar.

Con un deterioro progresivo de su salud, el demandante solicitó en octubre de 2022 una revisión de su grado de incapacidad para ser reconocido como incapaz absoluto. Sin embargo, su solicitud no fue tramitada y consideró que había sido desestimada por silencio administrativo negativo. Este hecho lo llevó a presentar una demanda el 21 de abril de 2023 en los Juzgados de lo Social.

El Juzgado de lo Social n.º 34 de Madrid decidió no realizar pruebas, argumentando que no existían hechos controvertidos. A pesar de los contratiempos, el demandante continuó con el juicio, que se celebró en abril de 2024, en busca del reconocimiento oficial de su estado de incapacidad.

La reciente sentencia del TSJ de Madrid criticó un error de juicio en instancias anteriores, señalando que sería apropiado evaluar su estado clínico con informes actualizados. Los magistrados subrayaron la importancia del deterioro significativo en la salud del demandante, alineándose con la doctrina del Tribunal Supremo, que sostiene que la evaluación de las capacidades debe ser precisa y actualizada.

Con la evolución negativa de su estado, que incluye estenosis de canal, fibrosis y espondilosis degenerativa, el fallo enfatizó que el demandante necesita asistencia para llevar a cabo actividades diarias en su hogar. Esto no solo subraya la gravedad de su situación, sino también la necesidad de un sistema que proteja a los trabajadores con enfermedades incapacitantes.

No obstante, la sentencia no es definitiva y puede ser llevada a casación ante el Tribunal Supremo, lo que abre la posibilidad de una revisión legal para el demandante. Este caso resalta no solo la lucha personal del capataz industrial, sino también la importancia de un sistema judicial que considere adecuadamente la salud y las capacidades de los trabajadores en situaciones similares.

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