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El mercado cambiario argentino sigue experimentando movimientos significativos en sus cotizaciones, y el dólar mayorista ha cerrado en $1.405, sin registrar cambios en su precio. Este valor se encuentra apenas $100 por debajo del techo cambiario actual, que se establece en $1.505,98.

En lo que respecta al dólar minorista, los bancos han fijado un promedio de cotización entre $1.440 y $1.450 para la venta al público. Sin embargo, algunos bancos llegaron a ofrecerlo a un precio más alto, alcanzando hasta los $1.470. Este aumento en la cotización refleja la continua presión que enfrenta el peso argentino, afectado por diversos factores económicos internos y externos.

Por otro lado, el dólar blue, que suele ser un termómetro del mercado informal, se cotizó a $1.405 para la compra y $1.425 para la venta en las cuevas de la Ciudad de Buenos Aires (CABA). En Mendoza, la cotización fue aún más alta, ofreciendo un precio de $1.409, lo que resalta las variaciones que pueden existir entre diferentes regiones del país.

Además, las cotizaciones de los tipos de cambio financieros también mostraron un incremento notable. El dólar MEP aumentó un 0,78%, alcanzando los $1.452,3, mientras que el Contado Con Liquidación (CCL) registró un aumento del 0,83%, situándose en $1.486,7. Estos movimientos en el mercado financiero son indicativos de una creciente incertidumbre económica en el país, afectando decisiones de inversión y ahorro.

La situación actual resalta la complejidad del contexto económico argentino, donde el acceso a divisas se ha vuelto un tema crítico tanto para individuos como para empresas. La fluctuación de las cotizaciones no solo afecta a quienes buscan comprar dólares para ahorro, sino también a aquellos que dependen de la importación de bienes y servicios, quienes enfrentan costos más altos en un entorno inflacionario ya de por sí severo.

Los analistas advierten que las proyecciones a corto plazo no son alentadoras, dado que la demanda de dólares sigue siendo elevada y la oferta limitada. Esto crea un ambiente propenso a la especulación, lo que a su vez puede generar más volatilidad en las cotizaciones. La combinación de estos factores plantea un desafío considerable para la política económica del país, que deberá encontrar un equilibrio que permita estabilizar la moneda sin afectar el crecimiento económico.

En resumen, la cotización del dólar continúa siendo un tema central en la agenda económica argentina, con implicaciones que trascienden al mercado cambiario y que impactan directamente en la vida cotidiana de los ciudadanos. La atención de los inversores y analistas se centra en cómo el gobierno responderá a esta situación, mientras que los argentinos observan con preocupación cómo estas fluctuaciones afectan su poder adquisitivo y su futuro financiero.