¡Rebeldía en el Senado! ¿Cristina Kirchner al borde de perder el control? ¡Descubre lo que están planeando!

El poder de Cristina Kirchner se deshoja rápidamente, evidenciado por el creciente debilitamiento en lugares inesperados, como el bloque peronista del Senado. Este ámbito, que la expresidenta ha considerado su coto de caza político, ha dejado al descubierto gestos que cuestionan la dirección de la bancada conducida por los kirchneristas José Mayans (Formosa), Anabel Fernández Sagasti (Mendoza) y Juliana Di Tullio (Buenos Aires).
Una foto reciente tomada en la sede del Partido Justicialista nacional, en la calle Matheu, durante la cena de camaradería que celebra el bloque peronista antes de cada renovación de la Cámara Alta, muestra esta descomposición. A la reunión asistieron 27 senadores, pero lo significativo es que una docena dejará su banca el próximo 10 de diciembre. Esto significa que apenas 15 legisladores de los 28 que conformarán el nuevo bloque aceptaron la invitación. “Muchos de esos son jabonosos”, comentó un funcionario de la Cámara que conoce bien la dinámica del peronismo en el Senado.
Las ausencias notables son el reflejo de un clima interno tenso. Por ejemplo, el tucumano Juan Manzur y su aliada Sandra Mendoza no asistieron, a pesar de que Mendoza había participado horas antes de una reunión en la Comisión de Asuntos Constitucionales, lo que hace su ausencia aún más peculiar. Otros senadores como Daniel Bensusán (La Pampa) y Cándida López (Tierra del Fuego) también decidieron no ir, lo que sugiere un deseo de distanciarse del kirchnerismo. Un compañero de bloque indicó que López ha estado buscando despegarse desde hace tiempo.
La situación se complica aún más con la ausencia de los integrantes del bloque Convicción Federal, que incluye a Fernando Salino (San Luis), Carolina Moisés (Jujuy), Guillermo Andrada (Catamarca) y Fernando Rejal (La Rioja). Esta fragmentación se suma a la tensión interna, ya que los senadores están alineados con gobernadores o líderes políticos que buscan distanciarse de la influencia de Kirchner.
Una de las ausencias más relevantes fue la de Gerardo Zamora, el gobernador de Santiago del Estero. Zamora, quien asumirá como senador el 10 de diciembre, parece decidido a formar un bloque propio bajo el sello de su alianza provincial, el Frente Cívico de Santiago del Estero, junto a Elia Moreno. Su posible decisión de unirse al interbloque de Unión por la Patria podría salvar a la conducción del bloque de un fuerte golpe político.
En un intento por mostrar unidad, Mayans anunció que se fusionarán los bloques Unidad Ciudadana y Nacional y Popular, creados en 2022 por Cristina Kirchner. Sin embargo, esta fusión es más un signo de debilidad que de fortaleza y no alterará la realidad del peronismo en el Senado. La existencia de Convicción Federal requerirá que se mantenga un interbloque de Unión por la Patria, lo que significa que no habrá unidad formal.
Los hechos en el Senado reflejan una tendencia de debilitamiento en el liderazgo de Kirchner. A pesar de intentos recientes de sus allegados por mostrar su influencia, como filtrar una supuesta “autorización” para que los gobernadores negocien con el Gobierno la aprobación del Presupuesto, la realidad es que muchos legisladores no creen que necesiten permiso para sentarse a negociar. “Ni ellos se creen las mentiras que tratan de instalar”, expresó un senador con buenas conexiones en el gobierno de su distrito. “Si no rompemos el bloque es porque no queremos ser los culpables de la fractura”, añadió.
La situación en el Senado es un indicativo de las fracturas internas en el peronismo, un partido que ha sido históricamente unificado bajo una misma bandera. Las dinámicas de poder están cambiando, y la ausencia de figuras clave en eventos estratégicos demuestra el creciente descontento y la necesidad de redefinir alianzas dentro del bloque.
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