¡Increíble! La arriesgada propuesta de Florencia "Kourny" Suárez que podría cambiar la vida de tus hijos para siempre... ¿Te atreverás a descubrirlo?

¿Y si las quejas no fueran tan malas? Esta interrogante se convierte en el eje del nuevo libro de Florencia “Kourny” Suárez, productora, periodista y escritora que ha logrado un éxito notable con su colección Cuentos en Pijamas. Su último trabajo, titulado El libro de las quejas, es el primer título de su reciente editorial y propone una mirada fresca sobre un comportamiento tan cotidiano como quejarse. En una conversación con Clarín, Suárez argumenta que detrás de cada “no quiero” o “no me gusta” puede haber una puerta a la ternura, la risa o la reflexión.
Casada con el conductor Andy Kusnetzoff y madre de Helena (9) y León (4), la autora se inspiró en las quejas de su hija Helena, quien solía expresar su descontento a menudo. “Busqué una forma amorosa de acercarme a ella. Le fabriqué un cuaderno simple donde escribí 'Quejate acá'”, relata. A partir de allí, comenzó a anotar todas las quejas cotidianas que escuchaba. Al mostrárselo a Helena, “desapareció la incomodidad y apareció la risa”, cuenta.
El libro cuenta con una contratapa escrita por el especialista en neurociencia Mariano Sigman y busca replantear la queja no como un defecto, sino como un punto de partida. “La idea no es que los chicos dejen de quejarse, sino que la queja ocupe otro lugar: que seamos conscientes de ella y que, al expresarla, pueda surgir una posible solución”, asegura Suárez. La protagonista de la historia, Julia, es una niña de diez años que se queja constantemente, pero “detrás de ello, hay algo que contar, una necesidad de ser vista”, explica la autora.
Suárez enfatiza que las quejas pueden estar motivadas por enojo, angustia o simplemente el deseo de ser escuchado, una realidad que no solo afecta a los niños, sino a todos. “Frente a una misma situación, uno puede elegir cómo mirarla. Podés quedarte en la queja o podés transformarla en gratitud. Creo que siempre se puede encontrar una mirada positiva, incluso sobre lo que no tenemos”, sostiene.
Dirigido a niños de entre seis y doce años, El libro de las quejas mantiene el espíritu de su colección anterior al conectar a grandes y chicos desde la emoción. “No puedo escribir algo que no me esté pasando o que no haya sentido. Mis libros buscan esa conexión, bajar a tierra lo que nos pasa como padres y como hijos, pero desde la mirada de los chicos”, afirma Suárez.
La respuesta del público ha superado las expectativas de la autora. “Las quejas son algo universal, están en todas las casas. Me emocionan los mensajes de familias que me agradecen por ofrecer una mirada amorosa y con humor sobre algo tan cotidiano. Muchos padres me cuentan que el libro les sirvió para hablar del tema con sus hijos y que incluso empezaron a anotar sus propias quejas como adultos”, revela.
Particularmente en su hogar, la historia tuvo un impacto especial. “Helena se moría de la risa porque decía: ‘¡Esa soy yo!’”, recuerda la autora. Cuando comenzó a leerle el borrador, su hija le expresó su interés por conocer el final. Se sintió completamente identificada con el personaje que se queja.
Al final, Suárez espera que su obra deje una huella tanto en chicos como en grandes. “Ojalá que cada familia pueda hacer su propia versión. Que encuentren su manera de registrar lo que les pasa y, sobre todo, que logren que la balanza pese un poco más del lado de la gratitud”, concluye.
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