¡Increíble! El crédito se recupera, pero la morosidad familiar alcanza un ¡récord alarmante! ¿Qué significa esto para vos?

El crédito al sector privado en Argentina ha mostrado una recuperación significativa en septiembre, según un informe mensual del Banco Central de la República Argentina (BCRA). El saldo real de crédito incrementó un 1,3% al promediar tanto los préstamos en moneda nacional como en moneda extranjera. Este crecimiento en la actividad crediticia se ve acompañado, sin embargo, de un aumento en los niveles de morosidad, especialmente en el segmento de las familias, donde la mora superó el 7%.

En detalle, los préstamos en pesos experimentaron un crecimiento del 0,5% respecto a agosto y un notable 47% interanual. Este desempeño fue heterogéneo entre las distintas líneas de crédito: los créditos con garantía real avanzaron un 3,2%, mientras que las líneas de consumo se mantuvieron estables y los préstamos comerciales retrocedieron un 0,7%. Por otro lado, los créditos en moneda extranjera también mostraron un crecimiento, subiendo 3,2% mensual y 147,1% interanual, siendo los bancos privados nacionales los que lideraron este crecimiento.

Al combinar ambas monedas, el saldo total de los créditos aumentó 1,3% en septiembre. El crédito hipotecario también mostró dinamismo, registrando más de 4.700 nuevos deudores en el mes, lo que representa un alza del 11,6% respecto a agosto. En el último año, la cantidad de nuevos hipotecados superó los 41.200.

El informe del BCRA también detalló un crecimiento en los depósitos: los depósitos en pesos avanzaron un 2,4% real, con un aumento interanual del 17,1%. Dentro de estos, se destacan los depósitos en cuentas a la vista remuneradas, que crecieron un 6,4%, y los plazos fijos, que subieron un 3,7%. En moneda extranjera, los depósitos aumentaron un 5,2% mensual y un 7,9% interanual. La liquidez bancaria se mantuvo estable en pesos, cerca del 39,8%, y alcanzó el 60% en moneda extranjera.

Sin embargo, la morosidad ha marcado un aumento generalizado. En los hogares, el indicador saltó del 6,6% al 7,3%, alcanzando su nivel más alto desde 2010. Los mayores incrementos se registraron en los préstamos personales, que pasaron del 8,2% al 9,1%, y en las tarjetas de crédito, donde el índice subió del 6,7% al 7,4%. En el sector empresarial, aunque también se registró un aumento, este fue menor, pasando del 1,4% al 1,7%, principalmente en créditos con garantía prendaria.

Este contexto de recuperación crediticia y aumento de la morosidad plantea interrogantes sobre la sostenibilidad del crecimiento en un entorno económico tan volátil. La combinación de un crédito más accesible, pero con un nivel de morosidad creciente, podría presagiar tensiones en el sector financiero a corto plazo. Los actores económicos deberán estar atentos a estas dinámicas para adaptar sus estrategias y mitigar los riesgos asociados.

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