¡Descubrí los secretos oscuros del Gran Hermano porteño! ¿Qué están ocultando de verdad? ¡No te lo pierdas!

Lindante al este del cementerio de la Chacarita y del parque Los Andes, funciona en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) el llamado Centro Único de Coordinación y Control (CUCC), que articula todas las fuerzas de emergencia y coordina en forma directa con los equipos de seguridad y salud para responder ante cualquier emergencia o catástrofe.

Dentro de dicha dependencia, se encuentra el Centro de Monitoreo, un verdadero Gran Hermano que permite el mapeo permanente de cada lugar de la ciudad a través de cámaras propias, acuerdos con privados para el uso de monitoreo y dispositivos telefónicos de cada uno de los 26.000 agentes que trabajan en la Policía de la Ciudad. Esta fuerza fue creada en 2017 a partir de la unificación de la Policía Metropolitana y parte del personal de la Policía Federal Argentina, transferido a la jurisdicción de CABA.

El Litoral recorrió el Centro de Monitoreo, invitado por el gobierno de CABA. La recepción estuvo a cargo del comisario Leonardo Frontera, jefe de la Metropolitana, quien se mostró orgulloso del equipamiento del centro, que es visitado no solo por responsables de áreas de seguridad de diferentes provincias, sino también por representantes de países de la región y de Europa. "Entendemos que es uno de los principales centros de monitoreo del mundo y estamos utilizando tecnología proporcionada por empresas nacionales", afirmó el jefe policial. Este entramado con proveedoras argentinas permite la actualización tecnológica permanente de la fuerza.

Índice
  1. Organización y cobertura
  2. Delitos

Organización y cobertura

En CABA, existen tres centros de monitoreo, siendo el de Chacarita el más central, donde se coordina la tarea y se realiza el análisis de la información recolectada minuto a minuto. Actualmente, son 17.000 las cámaras distribuidas en avenidas y calles, lo que permite monitorear más del 80% del territorio de la ciudad.

El mantenimiento de las cámaras es clave para el sistema. Este mantenimiento no solo implica que las cámaras funcionen adecuadamente, sino que su ubicación no sea interferida por árboles ni atacada por aves, al tiempo que se respeta la vida privada de los vecinos.

CABA está apostando fuertemente al turismo de eventos, a su historia y modernidad, pero también se preocupa por garantizar la seguridad, no solo de los visitantes, sino de sus propios vecinos. Con alrededor de 3 millones de porteños conviviendo diariamente con un número mayor de personas que ingresan por razones laborales, sanitarias, de ocio o turismo, este desafío es crucial.

Tras el traspaso de funciones ordenado por la reforma constitucional de 1994, CABA ha definido una estructura de seguridad propia. La Metropolitana, siendo una de las fuerzas policiales más novatas del país, apoya su labor en una fuerte inversión tecnológica que respalda el trabajo de calle de hombres y mujeres que la caminan diariamente.

De los 26.000 integrantes de la fuerza, el 70% son bonaerenses que viajan cotidianamente para desempeñar su trabajo. Para ellos, es clave el aparato telefónico suministrado por la propia Metropolitana, que incluye funciones de posicionamiento, información sobre prófugos, y acceso a asistencia psicológica las 24 horas del día con solo apretar una tecla. Notablemente, el teléfono no tiene habilitada la función de WhatsApp ni juegos en línea.

El Centro de Monitoreo, que funciona dentro del CUCC, cuenta con una moderna plataforma informática y un sistema de comunicaciones para uso exclusivo de las fuerzas de seguridad y emergencias.

En este lugar, trabajan en forma coordinada las Direcciones de Defensa Civil, Guardia de Auxilio y Emergencias, Logística, Bomberos, Policía de la Ciudad, Cuerpo de Agentes de Control de Tránsito y Seguridad Vial, así como las Líneas de Emergencias 103 y 108 de Asistencia Social Inmediata. Desde allí, también se contacta de manera directa al SAME y a otros organismos o empresas que requieran intervención ante emergencias, como Edenor, Edesur, Metrogas, entre otros.

Un aspecto importante del trabajo del CUCC es el monitoreo permanente de cada zona, incluidos los asentamientos y las áreas de jurisdicción federal que corresponden a la Policía Federal, así como la coordinación con la Policía Bonaerense. Esto incluye un “modo burbuja” en cada zona de la ciudad, garantizando que un agente pase cada hora por cada esquina.

Las autoridades de la Metropolitana mantienen un diálogo constante con sus pares de la Bonaerense, compartiendo información en grupos de WhatsApp, especialmente en las zonas donde se cruzan las jurisdicciones. Los monitoreos de patentes en cada acceso a CABA permiten identificar vehículos con pedidos de paradero o de secuestro.

CABA se ha posicionado como un destino que alberga grandes espectáculos internacionales y exposiciones, garantizando un monitoreo continuo. Esto es fundamental para prevenir situaciones anormales, como la que recientemente involucró a una turista rusa en una esquina de la ciudad. "La seguridad como concepto de Estado para garantizar el trabajo y el ocio", subraya el gobierno porteño.

Delitos

En términos del crimen, los arrebatos en la vía pública y los punguistas son los delitos más comunes en la capital. A pesar de ello, el nivel de homicidios en CABA es bajo en comparación con otros países de América Latina, una tendencia que se repite en la mayoría de los centros urbanos argentinos.

Durante la visita al Centro, se pudo observar cómo una de las cámaras enfocaba a una transeúnte distraída con su teléfono móvil. Justo en ese momento, se advirtió a los agentes sobre un posible arrebato que fue rápidamente conjurado por los efectivos presentes.

La Metropolitana se ha adherido a la ley que le permite trabajar en la prevención del narcomenudeo, una tarea crucial para la seguridad, especialmente en las villas de emergencia. Este enfoque proactivo es parte de una estrategia más amplia para ofrecer un entorno seguro a todos los porteños y visitantes.

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