¡Increíble! Así el Medio Ambiente lucha contra la devastación en Sober después de incendios que arrasaron 1000 hectáreas. ¿Qué pasará si no actúan a tiempo?

La Consellería de Medio Ambiente e Cambio Climático ha iniciado recientemente una importante intervención en el municipio de Sober. Esta acción tiene como objetivo prevenir daños en terrenos que resultaron afectados por los incendios del pasado verano, particularmente en áreas vulnerables ante las lluvias. La intervención se centra en el entorno del mirador de Pena do Conde, situado sobre la ladera que se extiende hacia A Barca y el río Cabe, cerca de su desembocadura en el Sil.
Los trabajos se llevan a cabo en una superficie que abarca aproximadamente 4,3 hectáreas y se encuentran en la zona de la carretera que zigzaguea hacia A Barca. Para proteger el terreno de la erosión, se han delimitado dos áreas de trabajo con medidas específicas. En la primera, se han levantado albarradas y fajinas, estructuras de contención hechas con materiales disponibles en el propio terreno. Las albarradas, construidas con piedra, funcionan como escalones que frenan la escorrentía, mientras que las fajinas, elaboradas con troncos quemados, ayudan a reducir el impacto de tormentas intensas y de corta duración.
Estas estructuras se complementan con el uso de mulching, o acolchado de paja, dispuesto en franjas de unos 20 metros de ancho. Este sistema crea una cubierta protectora que disminuye la energía de las gotas de lluvia, limita el movimiento del agua superficial y contribuye a la reducción de la erosión.
En la segunda zona de trabajo, las acciones se han centrado en la corta de árboles dañados por el fuego, con el fin de elaborar nuevas fajinadas. Los troncos han sido colocados siguiendo las curvas de nivel, formando barreras que retienen sedimentos y favorecen la infiltración del agua. Con esto, se busca disminuir la velocidad de la escorrentía y evitar que el flujo se concentre en canales que podrían profundizar la erosión, según destacaron desde la Consellería de Medio Ambiente.
En conjunto, estas medidas aumentan la rugosidad del terreno y refuerzan su capacidad de resistencia frente a episodios de lluvia intensa, protegiendo así tanto el paisaje como los núcleos de población cercanos. Las estimaciones oficiales apuntan a que unas 2.000 hectáreas fueron quemadas entre los municipios de Sober y Pantón, convirtiendo este incendio en uno de los más graves de Galicia en el presente año y devastando una vasta zona de la Ribeira Sacra.
La intervención no solo busca mitigar los efectos inmediatos de las lluvias, sino también contribuir a la recuperación sostenible del ecosistema afectado. Al implementar estas soluciones, se espera que la comunidad local no solo pueda enfrentar mejor los retos climáticos, sino también recuperar su entorno natural, vital para la economía y la cultura de la región.
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