¿Sabías que el deslinde de las marismas podría destruir el parque? ¡Descubre la impactante verdad!

El Parque Nacional de Doñana ha capturado nuevamente la atención pública tras presentar una queja formal respecto al proceso de deslinde de las marismas, lo que podría tener consecuencias significativas para la integridad ecológica de este lugar único en Europa. La administración del parque sostiene que los cambios propuestos en la delimitación territorial no han considerado adecuadamente los criterios científicos necesarios para la protección de sus ecosistemas más frágiles.
Con esta acción, Doñana “alza la voz” ante lo que considera un riesgo adicional para su futuro.
El deslinde de las marismas es un procedimiento técnico y jurídico que define los límites exactos de los terrenos públicos y privados en esta zona húmeda. Sin embargo, el nuevo trazado ha generado preocupación porque, según la queja presentada, podría reducir la superficie efectiva bajo protección y abrir la puerta a usos incompatibles con la conservación de Doñana.
El Consejo de Participación ante la amenaza
El presidente del Consejo de Participación del Espacio Natural de Doñana, Enrique Mateos, ha enviado una queja formal a la ministra de Transición Ecológica, Sara Aagesen, denunciando la falta de consideración hacia el Consejo en la tramitación y aprobación del deslinde de las marismas en Hinojos y Almonte (Huelva) y Aznalcázar (Sevilla).
Mateos ha solicitado la revisión del procedimiento, afirmando que se ha omitido el trámite de consulta al Consejo, así como el informe negativo emitido por este organismo el pasado 16 de octubre sobre la propuesta actual. La oposición se fundamenta en que el deslinde “no se ajusta a la realidad ecológica de las marismas de Doñana” y las “potenciales consecuencias negativas que pudieran generarse sobre la gestión y conservación de los valores del Espacio Natural, por los que es reconocido internacionalmente”.
El rechazo fue unánime en el pleno extraordinario del Consejo de Participación, que se celebró el 16 de octubre, con 32 votos a favor, 8 en contra (de la Agrupación de Ecologistas -AGE) y una abstención. Este apoyo resalta la preocupación por la falta de un enfoque científico en la definición del dominio público.
“No consultarlo es totalmente inaceptable, es ignorar la voz de Doñana, la voz de la ciencia, la voz de la participación pública”, afirmó Mateos.
Las entidades ecologistas también han respaldado la queja, afirmando que el ministerio “era plenamente consciente, y así se lo habíamos hecho saber a través de nuestras alegaciones, de que debía consultar al Consejo de Participación de Doñana”.
La queja solicita una revisión del proceso empleando criterios científicos actualizados, así como la participación de equipos técnicos independientes. También se demanda mayor transparencia y un análisis exhaustivo del impacto ecológico de cualquier modificación territorial.
En definitiva, Doñana “alza la voz” ante lo que considera un riesgo adicional para su futuro. La clara demanda es proteger la marisma, lo que implica resguardar uno de los últimos grandes humedales de Europa y un patrimonio natural cuya conservación exige decisiones firmes y fundamentadas. La protección del medio ambiente y la biodiversidad es crucial no solo para la región, sino también para la comunidad global, que enfrenta desafíos ambientales sin precedentes.
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