¡Impactante! El escándalo tras la dimisión del consejero del Sabadell que apoyó a BBVA: ¿qué secretos oculta?

David Martínez Guzmán, el consejero díscolo del Banco Sabadell, ha presentado su dimisión tras discrepancias públicas con el resto de la cúpula de la entidad respecto a la oferta hostil del BBVA. A pesar de que el consejo finalmente rechazó la propuesta del banco vasco, Martínez Guzmán, quien posee el 3,5% del capital de Sabadell y es su mayor accionista individual, decidió aceptar la oferta, apoyando la visión de crear una entidad más grande e internacionalizada, en contraste con los planes del Sabadell de permanecer solo.
Según un portavoz del inversor mexicano, la decisión de abandonar el consejo no refleja la perspectiva futura del banco, que debería seguir creando valor con un “perfil de distribución a los accionistas muy atractivo”. El Sabadell ha argumentado que el dividendo es la razón principal para que sus accionistas rechacen la opa, anunciando un pago de 2.500 millones de euros a inicios del próximo año, procedente de la venta de su filial británica, TSB, al Banco Santander.
La oposición de Martínez Guzmán al consejo generó un enfrentamiento tenso entre él y el consejero delegado, César González-Bueno, justo en el momento crítico de la oferta, cuando los accionistas debieron tomar una decisión. Mientras el consejo consideraba que la propuesta del BBVA subestimaba el valor de la entidad, Martínez Guzmán argumentó que se estaba dando demasiado peso al precio y no a los beneficios estratégicos que podría generar a largo plazo. También criticó las injerencias políticas del Gobierno, que se había opuesto reiteradamente a la transacción.
González-Bueno refutó la lógica de la decisión de Martínez Guzmán, subrayando las diferencias entre este inversor y el resto de los accionistas, en su mayoría minoristas. Lo caracterizó como un inversor especializado en empresas en dificultades, que prefiere las fusiones, y destacó que las cuestiones de pago de dividendos a largo plazo no son su prioridad.
En respuesta, Martínez Guzmán envió cartas a González-Bueno, defendiendo su postura y desestimando acusaciones de traición o de actuar por intereses ocultos. En estas misivas, instó a los demás accionistas a analizar la operación de manera objetiva, aunque él preferiría una fusión amistosa. Sin embargo, tras un intercambio de declaraciones, el tono de la correspondencia se tornó más cordial.
A pesar de ser el mayor accionista individual de Sabadell, las opiniones de Martínez Guzmán no lograron prevalecer. La oferta del BBVA solo obtuvo una aceptación del 25%, muy por debajo del objetivo mínimo del 50% de capital necesario para que la operación prosperara, y también inferior al 30% que le hubiera permitido lanzar una segunda opa. Este rechazo fue impulsado por la oposición unánime de los inversores minoritarios, que constituyen el 50% del capital, y por un apoyo menor del esperado de parte de grandes fondos de inversión. Así, Martínez Guzmán se quedó prácticamente solo en su respaldo al BBVA.
Mes y medio después de este episodio, Martínez Guzmán ha decidido dejar el consejo del banco. Su mandato expiraba este año y, de haber continuado, su renovación debía ser votada en la próxima junta de accionistas. Según los registros ante la Comisión Nacional de los Mercados de Valores (CNMV), aún mantiene su participación del 3,5% en el banco. Sin embargo, si decide vender sus títulos, tiene un plazo de varios días para comunicarlo al regulador, ya que su participación solo aparecerá en los registros mientras sea superior al 3%.
Martínez Guzmán entró en el capital de Sabadell en un momento de crisis, liderando una operación de rescate del banco en 2013, junto al inversor mexicano Jaime Gilinski, al apoyar una ampliación de capital. Este jueves, comunicó su dimisión en una carta dirigida al presidente Josep Oliu y al resto de los miembros del consejo, expresando su agradecimiento por el trabajo realizado durante estos doce años, que han llevado a una exitosa transformación del banco.
Con su salida, queda una vacante en el consejo de administración, que deberá ser cubierta en los próximos meses. Este será el primer movimiento de Oliu en el ámbito interno tras año y medio de defensa contra la opa del BBVA. La vacante podría ser eliminada, transformada en un puesto independiente o mantenida como dominical, permitiendo el acceso a otro accionista. Cabe destacar que el segundo mayor accionista, Zurich, posee un 5% y ha sido un aliado clave en la defensa de la entidad, mientras que el primer accionista, el fondo BlackRock, con un 7,2%, no parece interesado en asumir este rol, ya que su estrategia es mantenerse al margen de la toma de decisiones.
Actualmente, el consejo de administración del Sabadell está compuesto por 15 miembros, incluidos Martínez Guzmán, González-Bueno y el responsable de riesgos, David Vegara. De estos, 10 son independientes, cumpliendo con las recomendaciones de la CNMV, y Oliu se presenta como un miembro externo, al igual que María José García Beato. Además de la vacante que deja Martínez, Sabadell deberá renovar a otros tres consejeros más.
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