¿Podría Massa cambiarlo todo? Kicillof se lanza en una lucha decisiva y ¡esto te sorprenderá!

El vacío de conducción en el peronismo se manifiesta a través de fragmentaciones que afectan tanto la dinámica parlamentaria como las posiciones en torno a los debates que plantea el Ejecutivo. Sin capacidad para instalar una agenda y sin un plan claro de cara al 2027, tanto Axel Kicillof, gobernador de la provincia de Buenos Aires, como Sergio Massa, líder del Frente Renovador, han comenzado a empuñar el bastón de mariscal y a construir sus propios caminos.

La jornada de hoy será crucial para Kicillof, quien se enfrenta a su primera prueba de fuego. Con un enfoque en la política por sobre todo lo demás, el gobernador se apresta a conseguir los dos tercios necesarios en la legislatura provincial para avanzar en la obtención de créditos que le permitirán un año más tranquilo en términos de funcionamiento del Estado provincial.

Por su parte, Massa asume un rol más estratégico, actuando como un francotirador. Su influencia es evidente, como lo demuestra un reciente llamado para ajustar los números que Kicillof necesita para su triunfo legislativo. Además, se reunió con la nueva cúpula de la CGT, donde dejó clara su postura sobre la reforma laboral.

El peronismo en su laberinto

El peronismo se encuentra en una encrucijada, que recuerda la situación de 2017 tras la derrota ante el PRO en las elecciones de medio término. A pesar de la adversidad, desde el Senado nacional se minimiza esta situación, afirmando que son procesos normales tras una derrota electoral, donde resulta lógico sufrir una merma en la representación parlamentaria. Este tipo de reacomodamientos son inevitables en el marco del poder central.

Mientras el peronismo intenta organizarse para hacerse escuchar en los debates estructurales propuestos por La Libertad Avanza de cara a las elecciones de 2026, Kicillof y Massa parecen tener una mirada más allá del presente inmediato. El gobernador de Buenos Aires, si todo marcha como se espera, logrará hoy, en un contexto contrarreloj, los dos tercios necesarios para conseguir la autorización de endeudamiento en la legislatura provincial. Lo significativo de esto no es solo el triunfo en sí, sino la habilidad política para construir acuerdos con todos los sectores, incluso con La Cámpora. La votación reflejará, sin duda, un apoyo mayoritario del oficialismo, con excepción del PRO y La Libertad Avanza, quienes no se mostrarán votando a favor, pero están dispuestos a facilitar la votación si los números lo requieren.

Sergio Massa, aunque no habla abiertamente, ha dejado entrever algunos de sus movimientos. Su papel ha sido clave en la calma de las aguas políticas y en la gestión de tiempos que le permitan a Kicillof lograr una victoria legislativa. Recientemente, se reunió con la nueva cúpula de la CGT sin hacer ruido, acompañado por Guillermo Michel, su mano derecha en temas económicos. Aunque no hubo cobertura mediática, esta reunión fue fundamental para discutir la necesaria reforma laboral.

Massa ha enfatizado la importancia de no bloquear el debate sobre la reforma laboral, reconociendo que es un tema esencial que debe ser discutido. Durante la reunión, aseguró que, de haber sido electo presidente, habría avanzado en la discusión de esta reforma. El eje central de Massa, al igual que el del Gobierno, gira en torno al 50% de informalidad laboral en el universo económicamente activo.

Así, Kicillof se centra en lo urgente, mientras que Massa se ocupa de lo importante. El peronismo comienza a mirar hacia el 2027, aún sin una dirección clara, pero con las cartas ya sobre la mesa. La capacidad de Kicillof para conseguir los apoyos necesarios hoy en la legislatura será un indicador clave de la fortaleza del peronismo frente a los retos futuros.

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