¡Descubrí el oscuro secreto detrás de los 500 centros de datos en España que podría cambiar tu vida!

España enfrenta un nuevo e inesperado desafío en la gestión de sus recursos hídricos: el creciente número de centros de datos. Estas grandes instalaciones, que alimentan internet, la inteligencia artificial y una variedad de aplicaciones digitales, requieren cantidades inmensas de agua para su refrigeración, además de energía. Este hecho se convierte en una preocupación aún mayor en un contexto de incremento de sequías en el país.

El problema no se limita a España, sino que es un fenómeno que afecta a toda Europa. La rápida proliferación de estos centros, conocidos por su elevado consumo de recursos, está ocurriendo a menudo en regiones donde los recursos hídricos son limitados, lo que plantea serios retos para la sostenibilidad y el suministro eléctrico confiable.

Índice
  1. Un sector en auge en España
    1. Repsol, Microsoft, Iberdrola y Amazon planean invertir miles de millones de euros en España en esta infraestructura
  2. Consumo energético alarmante

Un sector en auge en España

Desde 2010, el número de centros de datos en Europa se ha triplicado, alcanzando cerca de 2.500 instalaciones en 2024, según la consultora Cloudscene. De esa cifra, más de 60 están ubicados en España.

Repsol, Microsoft, Iberdrola y Amazon planean invertir miles de millones de euros en España en esta infraestructura

Este crecimiento desmedido ha sido impulsado por grandes empresas como Repsol, que ha anunciado una inversión de 4.000 millones de euros en el desarrollo de centros de datos. Esta tendencia se repite entre otras compañías del sector, como Iberdrola, Microsoft y Amazon Web Services (AWS), que planea invertir aproximadamente 15.700 millones de euros en Zaragoza en los próximos años. Esto resalta su papel fundamental en la infraestructura digital que sustenta la economía actual, pero también pone de manifiesto los problemas de sostenibilidad que acarrean debido a su elevado consumo de recursos.

Consumo energético alarmante

El consumo energético de estos centros ha sido objeto de estudio en múltiples informes. En 2024, los centros de datos en Europa consumieron una potencia equivalente a 10 GW, que es aproximadamente la cantidad de electricidad que consume un país de tamaño medio como Austria o Bélgica en el mismo periodo, según un informe de Stefan Ritzka, analista de Scope ESG Analysis. Esta cifra podría aumentar considerablemente, alcanzando unos 35 GW en 2030. Si la tendencia se mantiene, el consumo anual de electricidad del sector en todo el continente podría superar los 150 TWh para finales de la década.

Sin embargo, la preocupación no es solo por la energía. La demanda de agua está emergiendo como un tema crítico. Los centros de datos requieren grandes cantidades de agua para su refrigeración. Según el Instituto de Estudios Medioambientales y Energéticos, un centro de datos de tamaño medio puede necesitar hasta 420 millones de litros de agua al año, equivalente al consumo de unos 1.000 hogares. Este consumo representa entre el 20% y el 40% de su huella energética total, lo que subraya la importancia de contar con sistemas de refrigeración que utilicen grandes volúmenes de agua para regular la temperatura interna y asegurar un rendimiento óptimo de los servidores.

Si bien la mayor parte de la energía utilizada proviene de recursos renovables, como indica la Asociación Europea de Centros de Datos, el aumento del consumo de agua dulce es preocupante. La escasez de agua se vuelve especialmente crítica en Europa, donde muchas zonas con fuentes de energía renovable abundantes, como España y algunas partes de Italia, enfrentan desafíos hídricos. La creciente demanda de servicios en la nube y conectividad de baja latencia está impulsando el desarrollo de centros de datos en áreas urbanas densamente pobladas, que ya enfrentan una fuerte presión sobre sus recursos hídricos.

Este aumento en la demanda de agua representa una amenaza para el equilibrio entre la diversificación económica y digital y la sostenibilidad medioambiental, especialmente en ciudades con riesgo de sequía, como Atenas, Madrid y Milán. En respuesta a estos desafíos, algunos países, como Francia y los Países Bajos, han implementado regulaciones que exigen información sobre el consumo de agua y energía de estos centros. El objetivo es fomentar opciones más sostenibles y asegurar que los nuevos centros de datos integren consideraciones medioambientales en la planificación de sus proyectos y sistemas de refrigeración.

La situación actual de los centros de datos en Europa plantea una reflexión crítica sobre cómo balancear el avance tecnológico con la responsabilidad medioambiental, un tema que se volverá aún más relevante en el futuro cercano.

Te puede interesar:

Subir