¡Javier Milei festeja la baja de la pobreza mientras Buenos Aires se incendia! ¿Qué oculta?

La controversia en torno a la medición de la pobreza en Argentina sigue en el centro del debate público, especialmente tras el último informe de la Universidad Católica Argentina (UCA). Mientras que el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) reportó un descenso significativo en los niveles de pobreza durante el primer semestre de 2023, el informe de la UCA indica que esta mejora es mucho más limitada y que las estadísticas oficiales pueden sobrerrepresentar el alivio social.

Según el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA), al cierre del tercer trimestre de 2023, la pobreza en el país se situó en un 36,3%, con un 6,8% de la población viviendo en situación de indigencia. Esto representa una caída de 9,3 puntos porcentuales en comparación con el mismo período del año anterior y de 8,4 puntos respecto al tercer trimestre de 2023, justo antes de que asumiera el gobierno de Javier Milei.

En contraste, el INDEC reportó en septiembre que, en el primer semestre de 2023, la pobreza alcanzó al 31,6% de las personas, lo que implica una baja notable de 21,3 puntos porcentuales respecto al mismo período del año anterior, marcado por la crisis económica y el cambio de gobierno.

Sin embargo, el informe de la UCA destaca un posible "sesgo" en la medición monetaria, apuntando a un "subregistro de ingresos" en la Encuesta Permanente de Hogares del INDEC. Esta discrepancia sugiere que, si se corrigen estos cálculos, la pobreza en 2025 podría situarse alrededor del 35%, lo que indicaría una mejora real superior a la que se refleja en las estadísticas oficiales.

Este debate no solo es una cuestión numérica, sino que tiene profundas implicaciones para la política social y económica del país. La forma en que se mide la pobreza influye en la formulación de políticas y en la atención a las necesidades más urgentes de la población. En un momento en que los argentinos buscan respuestas claras y efectivas ante el difícil panorama económico, la discusión sobre la pobreza y sus indicadores se vuelve aún más crítica.

Con el nuevo gobierno de Javier Milei, se espera que las políticas en torno a la economía y la pobreza cambien, pero es esencial que estos cambios se basen en datos precisos y representativos de la realidad social. La credibilidad de las estadísticas y la transparencia en su medición son fundamentales para generar confianza en la población y para implementar estrategias efectivas que realmente aborden los problemas de pobreza e indigencia que afectan a millones de argentinos.

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