¡La asombrosa reducción impositiva de 2025 que hará temblar tu bolsillo! ¿Te atreverás a perderte este secreto?
En el contexto económico argentino, el fenómeno del “impuesto inflacionario” ha cobrado una relevancia notable en el análisis fiscal del país. Un estudio del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) prevé que, aunque aún no ha concluido el año 2024, en 2025 este impuesto podría experimentar una reducción de 2,6 puntos porcentuales del producto bruto (PB), convirtiéndose en la principal rebaja impositiva del periodo. Esta disminución superaría incluso la eliminación del impuesto PAIS, que pesa sobre la compra de divisas y que fue implementado por el gobierno de Alberto Fernández al asumir la presidencia.
El “impuesto inflacionario” se refiere a la pérdida de poder adquisitivo del dinero en circulación que poseen tanto consumidores como empresas. Según el informe del Iaraf, la base imponible está constituida por el dinero líquido, medido mediante el agregado monetario conocido como “M2 privado”, y la alícuota corresponde a la tasa de inflación del período considerado. En términos sencillos, el gravamen se agrava a medida que la inflación aumenta, debilitando así el poder de compra de quienes tienen ahorros en pesos.
Desde 2017, la presión del impuesto inflacionario ha ido en aumento, alcanzando niveles récord en 2023 y 2024. Con una proyección de reducción de la inflación promedio anual del 220% en 2024 al 42% en 2025, y un incremento del M2 privado equivalente a 0,3 puntos porcentuales del PB, se anticipa que la recaudación de este impuesto podría finalizar 2025 en un 2,1% del PB. Este cambio representa un alivio significativo para la economía local, teniendo en cuenta que en 2023 y 2024 la presión del impuesto inflacionario había llegado a 4,8% y 4,7% del PB, respectivamente.
Durante el año 2022, a medida que las actividades económicas se reabrieron tras las cuarentenas impuestas por la pandemia, muchos extranjeros se mostraron sorprendidos por la cantidad de billetes necesarios para cubrir una simple cuenta en un restaurante. Este fenómeno no es aislado; la inflación ha alterado profundamente las dinámicas del consumo en Argentina, haciendo que las operaciones cotidianas sean un desafío financiero.
La reducción del impuesto inflacionario no solo tiene repercusiones fiscales, sino que también podría influir en el comportamiento del sistema bancario. El informe del Iaraf señala que el Banco Central de la República Argentina (BCRA) tiene la facultad de emitir dinero, lo que, al generar inflación, puede traducirse en pérdidas reales para los tenedores de pesos. Este escenario beneficia tanto al Estado como a las entidades bancarias, que obtienen ingresos de los pasivos líquidos que mantienen con sus clientes.
El análisis del Iaraf revela que la recaudación del impuesto inflacionario ha crecido constantemente desde 2017, destacándose particularmente en los años recientes. En 2025, se proyecta que la recaudación se reduzca a 2,1% del PB, marcando la principal disminución impositiva del periodo, junto a la eliminación del impuesto PAIS, que en 2024 había generado una recaudación del 1,07% del PB. Si se consideran supuestos de un M2 privado constante en términos del PB, en 2026 el impuesto inflacionario podría caer a 1,4% del PB, lo que significaría un alivio adicional de 0,7 puntos porcentuales respecto a 2025.
La discusión sobre el “impuesto inflacionario” es vital para comprender el clima económico en Argentina. Los cambios en las políticas fiscales y monetarias tienen un impacto directo en la vida de los ciudadanos, afectando su capacidad de consumo y ahorro. La evolución proyectada para el próximo año es un indicativo de un posible cambio en la política económica del país, que podría ofrecer un respiro a los argentinos que han enfrentado el desgaste de la inflación en los últimos años.
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