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10D – Día de los Derechos Humanos

El Día Mundial de los Derechos Humanos, celebrado cada 10 de diciembre, nos brinda la oportunidad de alzar la voz en defensa de la dignidad y libertad de todas las personas, especialmente en el ámbito de la salud mental. Es un momento crucial para abordar las violaciones que pueden surgir y que amenazan estos valores fundamentales en nuestra sociedad.

Recientemente, el Protocolo Adicional al Convenio de Oviedo ha suscitado preocupación en diversos sectores. Este texto estipula que, en ciertas circunstancias relacionadas con trastornos mentales graves, se podrían llevar a cabo ingresos y tratamientos involuntarios. Esta disposición es vista por muchos como una puerta abierta hacia medidas coercitivas, lo cual es completamente contradictorio a lo que establece la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad.

No es una exageración afirmar que esta encrucijada representa un conflicto de valores dentro del Derecho Internacional. Desde las organizaciones que defienden estos derechos, nos posicionamos firmemente a favor de la Carta de las Naciones Unidas. La salud mental, un aspecto crucial del bienestar humano, no debe ser utilizada como excusa para vulnerar la libertad individual. La práctica médica, en muchos casos, no se alinea con un enfoque que respete los derechos fundamentales ante situaciones de afectación severa.

El temor a un diagnóstico psiquiátrico puede llevar a muchas personas a optar por no buscar ayuda, lo que es alarmante. Esta realidad refleja la necesidad urgente de establecer un marco de Atención Psicosocial Integral que considere un enfoque de derechos en todas sus fases. Tal marco debe contribuir a la creación de un proyecto de vida reparador para quienes enfrentan desafíos relacionados con su salud mental.

La dignidad humana y una ética renovada en la práctica médica no pueden ser postergadas mientras se espera una asignación de recursos que parece nunca llegar. Es fundamental exigir compromiso político y voluntad transformadora para que nuestros derechos fundamentales se conviertan en una realidad tangible, anclada de manera sólida y estructural en nuestro sistema de salud.

El Estado de Bienestar debe ser el vehículo para la promoción de nuestros derechos. Por lo tanto, demandamos la expansión de los servicios públicos, asegurando una accesibilidad universal que no solamente elimine barreras físicas, sino que también aborde las barreras psicosociales que enfrentan quienes padecen trastornos mentales.

La coordinación entre las administraciones públicas es esencial para que la inclusión social de las personas con problemas de salud mental deje de ser una utopía. Este Día de los Derechos Humanos nos recuerda que todas las personas, sin excepción, merecen vivir con libertad y dignidad. Es totalmente legítimo exigir este respeto, ya que el derecho natural a la inclusión aún se enfrenta a miradas que juzgan, silencios que marginan y barreras que limitan.

Estamos en condiciones de avanzar hacia una sociedad más justa, donde se derriben los muros del miedo y se abran las puertas hacia una plena realización de nuestros derechos. En este camino, cada gesto cuenta y cada acción puede marcar la diferencia.

Desde la Red Estatal de Mujeres y el Comité Pro Salud Mental en Primera Persona de SALUD MENTAL ESPAÑA, hacemos un llamado a todos para que se unan a esta lucha. Cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de contribuir a la construcción de un entorno donde la salud mental no sea estigmatizada, sino aceptada y comprendida en el contexto de la dignidad humana.

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