¡Increíble! Científicos hallan el secreto para detener el Alzheimer: ¿te arriesgarás a no saberlo?

Investigadores de la Universidad Metropolitana de Tokio han logrado avances significativos en la comprensión de la enfermedad de Alzheimer (EA) al aplicar conceptos de la física de polímeros. Su estudio se centra en la formación de fibrillas de proteínas tau, un aspecto crucial de esta condición neurodegenerativa. Contrario a la creencia de que estas fibrillas aparecen de manera abrupta, su investigación muestra que emergen tras la agrupación de grandes cantidades de proteínas tau en solución, similar al proceso de cristalización de polímeros. Este hallazgo sugiere nuevas estrategias para abordar enfermedades neurodegenerativas al interrumpir estas agrupaciones iniciales, evitando así la formación de fibrillas perjudiciales.
La EA es uno de los mayores retos médicos en un mundo donde las poblaciones están envejeciendo rápidamente. A pesar de los esfuerzos concentrados en la farmacología y enfoques biomédicos tradicionales, la complejidad de esta enfermedad ha impulsado a los científicos a buscar conocimientos en otros campos científicos, como la física, para abrir nuevas vías de investigación y tratamiento.
El Proceso de Fibrilización de Proteínas Tau
Dirigido por el profesor Rei Kurita, el equipo de investigación aplicó ideas sobre cómo los polímeros se organizan en estructuras cristalinas. Los polímeros, que son cadenas de unidades moleculares repetitivas, no se cristalizan simplemente añadiendo una cadena tras otra; suelen pasar por etapas intermedias antes de formar un cristal ordenado. En este contexto, los científicos estudiaron las proteínas tau en solución y descubrieron que la fibrilización, o formación de fibrillas, es precedida por una etapa precursora. En este caso, el precursor es un ensamblaje suelto de proteínas tau que mide apenas decenas de nanómetros.
Utilizando técnicas como la dispersión de rayos X a pequeño ángulo y análisis de fluorescencia, los investigadores confirmaron la presencia de estas estructuras precursoras. Un hallazgo clave fue que estos precursores no son rígidos, sino agrupaciones temporales y flexibles. A través de la manipulación de los niveles de cloruro de sodio en presencia de heparina, un anticoagulante natural, los investigadores lograron disolver estas agrupaciones. Cuando se interrumpieron estas agrupaciones o se impidió su formación, la solución resultante produjo casi ninguna fibrilla tau. Este efecto se debe a que las concentraciones aumentadas de iones cargados reducen la fuerza de interacción entre las proteínas tau y la heparina, lo que facilita el "screening" electrostático y por ende dificulta que las moléculas se encuentren y agrupen.
Estos descubrimientos no solo ofrecen una nueva dirección terapéutica para la EA, sino que también podrían tener implicaciones más amplias en la investigación de otras enfermedades neurodegenerativas, como la enfermedad de Parkinson. En lugar de centrarse en descomponer las fibrillas ya formadas, las nuevas terapias podrían enfocarse en detener la etapa precursora reversible antes de que se desarrollen estructuras dañinas.
Este trabajo ha sido respaldado por el Programa JST SPRING, el programa JSPS KAKENHI y el Programa de Investigación y Desarrollo Moonshot de JST. Sus resultados, publicados el 15 de noviembre de 2025, marcan un paso importante hacia la comprensión de cómo intervenciones tempranas pueden cambiar el curso de enfermedades devastadoras como la EA.
Las fibrillas de proteínas tau son agrupaciones anormales que se forman dentro de las neuronas cuando tau pierde su estructura y función normales. En condiciones saludables, tau actúa como un soporte estabilizador, ayudando a mantener los microtúbulos que facilitan el transporte de nutrientes y señales en las células nerviosas. Sin embargo, cuando tau se pliega incorrectamente, forma agregados fibrosos que interfieren con el sistema de transporte interno de la célula, lo que está fuertemente relacionado con el deterioro cognitivo observado en la EA y otras condiciones neurodegenerativas. Dado que las fibrillas se originan a partir de agrupaciones tau iniciales, los investigadores están cada vez más enfocados en bloquear estos pasos iniciales para prevenir daños posteriores.
Con estas investigaciones, el camino hacia nuevos tratamientos y una mejor comprensión de la EA y otras enfermedades neurodegenerativas se está expandiendo, marcando un futuro esperanzador para millones de personas que luchan contra estas condiciones.
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