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Claves para comunicar en la sociedad táctil

No hay comentarios | Publicado el viernes 1 de enero

por Esteban Concia (*)

Miramos el teléfono unas 400 veces al día, estamos mediados por unos 2.000 estímulos publicitarios para 24hs; tiempos de volatilidad, tiempos de asuntos líquidos, de una sociedad de pantalla donde lo simbólico, la narrativa se transforma en lo dado, en lo real.

Ya no existen grandes audiencias, hay nichos, hay micro tendencias, las pautas culturales cambian en la idea de familia, de trabajo y de organización social. Cada nicho es un mundo, con su propio lenguaje, génesis y agenda.

A la vez, entran en crisis las marcas y los grandes discursos y se confía en los que son de la propia comunidad específica. Se le cree al que “habla y siento como yo”, las influencias son menos de arriba hacia abajo y son más desde el costado, desde el entorno.

El que domina los debates públicos ya no es el que más grita. El que lidera es el que consigue organizar y aplicar las reglas del debate. Ya no se trata tanto de la fuerza sino de generar las condiciones y el escenario. Aquellos que imponen marcos interpretativos en el díalogo de la sociedad acumulan fuerzas, y hacen que incluso quienes están en contra de ese marco cedan ante la omnipresencia y discutan en los términos del otro.

La tecnología es una sensación del ser, ya dejó de ser una condición para ser una parte más del cuerpo. Esto implica que se la deja de pensar críticamente y se la naturaliza. Ya no basta con saber manejarla, asumir estratégicamente su uso es innovar y usarla antes que nos use.

Las agendas ya no las determina un único polo de poder, los temas ya no están ordenados de manera limpia y jerárquica; por el contrario, los asuntos públicos son variados y conviven, duran menos tiempo, pero no se tapan entre ellos, sino que coexisten. No hay una única agenda pública. Hay varias y cada vez que la comunicación política está más cerca de las micro agendas ciudadanas y más lejos de las agendas de los medios tradicionales y de los laberintos institucionales más posibilidades de triunfar tiene.

La comunicación se trata más que hablar de escuchar, más que decir de significar, más de razonar de emocionar. El nuevo paradigma comunicación debe necesariamente incluir el uso de las tecnologías como Big Data. Asimismo, también debe valerse de la inteligencia artificial, debe conmover y conectar a partir de que el otro sea el protagonista, todo el poder al receptor.

Trabajar los marcos interpretativos, es decir la comunicación de enmarcado, es una de las claves para los procesos políticos y sociales que pretenden ampliar derechos en la sociedad. Los núcleos conservadores logran que discutamos los temas desde su propio enmarcado y ahí se comienza perdiendo.

Generar contenidos y dispositivos que ayuden a dar volumen a un macro de interpretación que supere el propuesto por las derechas. Es una tarea estratégica y permanente; si esto se hace los resultados serán positivos en las tres instancias tácticas de la comunicación política: es decir en procesos electorales, en gestión de gobierno y en crisis y/o riesgo.

El libro incluye la Guía de la Comunicación Política 2021, un compendio de 250 trabajos para adentrarse en el fascinante mundo de la #ComPol.

La dominación de las técnicas que se proponen en la obra nos puede llevar a mejores condiciones de sentido y presencia en la conversación ciudadana. Frente a la desidia y o la resignación frente a los tanques ideológicos mediáticos de las derechas le oponemos una praxis concreta y realizable a la que solo se accede con trabajo, estudio u aceptando el desafío.

(*) Esteban Concia, Lic. Comunicación, creador Conversatorio ComPol, sec PJ.

(para descargar el libro, clic acá)

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