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La vida digital, en tiempos de coronavirus

2 Comentarios | Publicado el domingo 29 de marzo

Un análisis sobre las búsquedas de los argentinos en la Web y el diálogo en redes sociales nos permite observar cómo es la vida digital, en tiempos de coronavirus.

por Diego Corbalán

Si hay algo que el coronavirus provocó no hay que rastrearlo únicamente por el lado de la salud.

El virus convertido en pandemia alteró nuestra manera de percibir y cuidar nuestro cuerpo, además de modificar o potenciar hábitos de higiene y cuidados personales.

Sin embargo, el cimbronazo va más allá.

Analizando el comportamiento de los argentinos en la Web y en las redes sociales, se observan fuertes cambios de hábitos y de conductas digitales.

Los datos compilados y analizados juntos a Scidata Argentina nos muestran cómo la temática salud cobró centralidad en la Web.

La vida digital, en tiempos de coronavirus

Desde que se conoció el primer caso de una persona con coronavirus en el país (a principios de marzo), las búsquedas en Google saltaron un 107%, ya con la preocupación en aumento sobre el impacto sanitario de la enfermedad.

Sin embargo, el crecimiento mayor de información una vez que el virus llegó el país se dio en el campo de lo político.

Esa categoría de búsqueda aumentó un 150% en lo que va de marzo.

Este fenómeno ya lo analizamos en nuestro informe anterior.

En ese trabajo, mostrábamos cómo esta atención de la población por las decisiones política beneficiaron la imagen del presidente, Alberto Fernández.

La tercera categoría de búsqueda Web que más creció en estas semanas que pasaron fue «religión».

Esto se debe a un contexto social marcadamente alterado por el confinamiento social y la ansiedad en aumento ante la propagación del coronavirus.

En el último mes, el tema religión creció un 100% en las búsquedas de Google.

Otros rubros que crecieron en durante el mismo período fueron dinero (40%), Internet (34%), televisión (5%) y amor (7%).

Por su parte, los descensos más pronunciados en búsquedas en la Web fueron deporte (66%) y turismo 65%).

Al comparar el peso relativo de cada categoría de búsqueda en Google, podemos apreciar con más detalle el impacto del coronavirus en la población argentina.

La vida digital, en tiempos de coronavirus

Televisión es la categoría de más consultas, con un descenso del 27% al 23% del volumen total analizado.

El rol de ese medio vienen siendo central en la información que circula en la población, por encima de las redes sociales y la propia Web.

En segundo lugar aparece «Salud», con el 21% en la última semana contra el 12% de principios de mes.

En las demás categorías, los saltos más importantes fueron en «política», del 4% al 10%.

Todos los dígitos, con el coronavirus

Al hacer foco en el diálogo de redes sociales sobre el coronavirus, se puede apreciar la centralidad que fue cobrando el virus en el diálogo digital.

Los números que surgen del trabajo junto a Scidata nos muestran tres momentos bien diferenciados de esa charla.

En Twitter, las dos últimas semanas de febrero registraron picos de interés.

La vida digital, en tiempos de coronavirus

Este fenómeno se dio con niveles de social media reach (cuentas únicas alcanzadas por publicaciones sobre coronavirus) que fueron de 64 millones a picos por encima de los 112 millones de usuarios que recibieron menciones a la enfermedad).

El segundo momento fue el registrado en la primera parte de marzo.

Del 1 al 15 se advirtió una leve desaceleración del interés por el coronavirus.

Sin embargo, el contrapunto fue un incremento de las menciones negativas, que registraron picos de más del 41%.

Por último, el tercer momento analizado en Twitter muestra un giro decisivo en el interés de los usuarios por la propagación local de la enfermedad.

En la tercera semana de marzo, ya con la cuarentena decretada, el reach saltó a casi 249 millones de cuentas únicas, geolocalizadas en la Argentina.

En la última semana del mes, el indicador está tocando los 274 millones.

El contrapunto de ese salto en el interés por el coronavirus es el clima de diálogo que muestra signos de mejora.

Las menciones negativas bajaron del 41% mencionado antes al 20% en el tramo final de marzo.

En paralelo, las menciones positiva pasaron del 10% promedio en febrero a poco más del 17%.

Reflexiones con barbijo, guantes y celulares desinfectados

Los datos que surgen de este trabajo nos dejan en claro varias cuestiones.

En primer lugar, la centralidad de los medios de comunicación en nuestras vidas, particularmente en tiempos de crisis.

Hay un elemento aglutinador que generan medios como la televisión, cuya dinámica informativa de continuado es un notable atractivo a millones de personas ávidas de información.

Esas plateas desean que esa información tenga una estructura en un relato, con un acompañamiento en imágenes que reafirme esos dichos.

De todos modos, más allá de la televisión, los demás medios de comunicación están ganando adherentes.

Incluso los diarios en papel, el abuelo de la familia mediática a quien ya se lo sabía no solo en proceso de jubilación, sino camino al cementerio.

Este fenómeno no juega en contra de los medios digitales.

El crecimiento de búsquedas en la Web también muestra la canalización de las inquietudes sociales por el coronavirus en fuentes más que dinámicas como son las redes sociales.

Por otra parte, es interesante volver al aspecto de la centralidad que cobra la política en procesos de megacrisis como la actual.

Los saltos en búsquedas en la Web por asuntos de la política suelen registrarse casi exclusivamente en acontecimientos programáticos de la democracia como las elecciones y las asunciones presidenciales.

Sin embargo, la conmoción social por el impacto del coronavirus tuerce la mirada (obligadamente) hacia las decisiones políticas.

Este comportamiento social es analizado por cientistas sociales como un probable giro hacia la re-estatización de muchos ámbitos públicos hasta ahora disputados por el sector privado.

La salud es, seguramente, el campo de batalla en el que hasta ahora se vino librando dicho combate.

¿Un virus que nos hará mejores?

¿Cuánto bien nos podrá hacer una enfermedad como la del coronavirus?

Desde el punto de vista económico, la respuesta no puede ir en ese sentido; más bien al contrario.

En cambio, desde lo social, esta pandemia está mostrando algunos síntomas interesantes.

Uno de ellos es el involucramiento ciudadano por el debate político.

Los saltos en los niveles de interés de la población por un tema que la involucra no suele ser un hecho que abunde.

Muchos son los temas que implican fuertes cambios en los derechos y obligaciones ciudadanas y, sin embargo, el interés colectivo no siempre acompaña masivamente.

Ojalá que el coronavirus nos haga mejores en todo sentido.

Pero en lo particular, el deseo ante todo es que nos haga un poco más partícipes de nuestros propios destinos.

Hasta ahora, la democracia delegativa en representantes contuvo procesos sociales a un precio muy elevado.

Ese costo fue el del descrédito social, a caballo de un conjunto de decisiones tomadas no siempre enmarcadas en la aceptación colectiva.

La hiperconectividad del presente es una oportunidad para tener sociedades más participativas y menos sumidas al liderazgo político que conocimos.

No se trata de que esa conducción política desaparezca, sino que entienda que la dirección política contemporánea debe ser un proceso más colectivo que individual.

Confinar a millones de personas en democracia es probablemente el desafío más difícil de lograr para jefes políticos como Alberto Fernández.

Es imposible lograrlo sin la anuencia de decenas de millones de personas.

En términos de Max Weber, este liderazgo participativo se traduce en uno de tipo legal (democrático) más que en uno carismático o incluso autoritario.

Una conducción que vaya dejando de lado vicios que pareciera que, previo al coronavirus, comenzaba a propagarse como una enfermedad de no menor peligrosidad.

Si el coronavirus no mata a la democracia la debe fortalecer, para no caer en prácticas políticas que la pueden hacer enfermar mortalmente.

2 comentarios en «La vida digital, en tiempos de coronavirus»

    • ¡Muchas gracias! Así Lamentablemente las políticas de fondo escasean en el país. En España, por ejemplo, dicen que la instalación generalizada de fibra óptima está ayudando a recibir el impacto de la disparada de consumo de catos por la cuarentena.

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