Los adultos mayores y la propagación de fake news
Investigadores de la Universidad de Harvard revelaron que los mayores de 50 años son responsables del 80% de la difusión de informaciones falsas en Twitter.
En tanto, en Facebook los responsables de propagar fake news son principalmente mayores de 65 años.
En este segundo caso, los adultos mayores ven siete veces más información falsa que los usuarios más jóvenes.
Los autores del trabajo aclaran que, por supuesto, no es lo mismo compartir esas noticias que creerlas.
Puede ser que quienes las compartan, sabiendo que lo son, persigan los mismos fines sociales o políticos que quienes las crearon.
Sin embargo, no deja de llamar la atención que a mayor edad más vulnerable se sea a esta forma de engaño.
Motivos de la propagación
El artículo difundido por psicólogos de la Universidad de Harvard define varias razones para que los adultos mayores sean difusores y consumidores de falsas noticias.
¿Problemas cognitivos?
Una noticia falsa se convierte en verdadera simplemente por el acto de repetición de esta.
Este fenómeno hace recordar la tristemente célebre frase «Miente, miente que algo quedará».
La definición fue atribuida a Joseph Goebbels, ministro de Gobierno de Adolf Hitler.
Es un mecanismo que efectivamente funciona de ese modo, pero alcanza por igual a jóvenes y adultos.
La diferencia es que los adultos mayores tienen mayor facilidad para olvidar en donde leyeron o vieron una noticia.
«Lo dijo la tele», suele escucharse en los mayores de la familia.
Este olvido hará casi inservible el trabajo de agencias encargadas de la verificación de noticias.
Hay estudios que muestran que las personas mayores que ven repetidamente una información, aunque esté acompañada de una advertencia sobre su falta de veracidad, terminan dando por cierta.
De todas maneras, no todo está perdido con los adultos mayores y las fake news.
El trabajo de la Universidad de Harvard reconoce que, con el tiempo, el conocimiento general adquirido es mayor.
Esto permite a los mayores distinguir con precisión entre la verdad y la mentira.
En tanto, con la edad suele adquirirse la costumbre de adherirse a lo ya conocido.
Los mayores rechazan puntos de vista que contradicen lo que se sabe.
Cambios sociales
Las modificaciones en la sociedad, muchas veces, aceleradas, empujan a los adultos mayores a buscar una mayor confianza en lo que ya conocen.
Por tanto, esto los pone en el riesgo de creer en una falsa información cuando proviene de una persona conocida.
Encima, los mayores se conectan con las redes sociales más con fines sociales que informativos.
Es decir, buscan entrelazarse con personas más que buscar información.
Desconocimiento del mundo digital
En este punto hay mejor margen para la duda.
Los adultos mayores llegan al mundo digital como visitantes.
No son nativos digitales, por lo que todo lo que deben aprender no siempre alcanza.
Por ejemplo, estudios sobre las fotos falsas muestran que los adultos mayores tienen mayor dificultad para reconocerlas.