Los talibanes también están conquistando las redes sociales (y no sólo Afganistán)
El golpe sorpresivo que dieron los talibanes en Afganistán no es más que el correlato de una guerra en paralelo que el grupo fundamentalista viene librando en Internet, especialmente en las redes sociales. El grupo viene usado estrategias de redes sociales sofisticadas para acumular poder político. Ahora, ya en el poder, buscar usarlas para sostener públicamente que están listos para construir una nación moderna después de 20 años de guerra.
Los talibanes tienen miles de cuentas en Facebook, Twitter, Instagram, como así también grupos de chat por WhatsApp y Telegram. Y se comunican y alientan un diálogo que logra evitar la violación de publicaciones con que esas plataformas suelen vigilar lo que postean los usuarios. Es decir, los talibanes aprenden a comunicar y se parte de la dinámica digital del siglo XXI.
Asesoramiento digital
Para los analistas, hay al menos una empresa de relaciones públicas asesorando a los talibanes sobre la mejor manera de instalar su buena imagen e impulsar su agenda de intereses. El objetivo es amplificar un mensaje que atraviese varias plataformas y generar imágenes y videos potencialmente virales, algo muy parecido a lo que hacen las campañas políticas o corporativas en todo el mundo.
Un hecho digital tal vez explique mucho mejor esta estrategia. En Afganistán circuló la imagen de un video que muestra a combatientes talibanes con uniforme camuflado y ametralladora en mano, mientras posan para la foto en una provincia del este. La imagen tiene como marco un maravilloso cielo azul y rosado. La imagen va acompañada de un texto en pastún y en inglés: “En una atmósfera de libertad”. Sin dudas, la distribución y circulación masiva de ese tipo de imágenes de propaganda habría sido básicamente imposible para un movimiento insurgente hace una generación.
Sin dudas, los teléfonos inteligentes, las conexiones a internet y los servicios gratuitos de redes sociales pusieran el ciberespacio al alcance de la mano de los afganos. El país sigue rezagado en términos de internet, pero durante la última década la conectividad ha crecido exponencialmente, gracias a la avalancha de inversiones internacionales.
Conquistando al mundo
El destinatario de gran parte, o incluso de la mayoría de los contenidos que suben los partidarios de los talibanes a las redes sociales es claramente el público internacional. Eso incluye a los afganos que viven en el exterior. La estrategia también comprende a los potenciales seguidores extranjeros, y a los gobiernos de las desconfiadas potencias occidentales. Esos países, desde la invasión liderada por Estados Unidos para derrocar a los talibanes en 2001, invirtieron billones de dólares para fomentar en Afganistán una democracia duradera de estilo occidental.
Esta estrategia queda de manifiesto en el sitio web oficial el movimiento talibán en Afganistán, que tiene versiones en pastún, persa darí, árabe, urdu e inglés. El dato es que, de todos esos idiomas, solo los dos primeros son reconocibles para la inmensa mayoría de los afganos. El resto, a todas luces, buscan captar la atención del público internacional.
Desde hace unos meses hay un auge de mensajes online que muestra una versión más amable y tranquilizadora de los talibanes. La campaña busca dejar atrás la brutalidad notoria durante su anterior gobierno. Por entonces, las ejecuciones masivas, normas morales aplastantes y la exclusión de las mujeres de las escuelas y lugares de trabajo eran moneda corriente.
El desafío de las tecnológicas
Para las empresas tecnológicas norteamericanas, la irrupción de los talibanes en Afganistán no es un dato que les es ajeno. Ese acontecimiento político está inscripto en un tablero geopolítico que pega de lleno en los intereses de los Estados Unidos, no sin contradicciones.
Por un lado, el Departamento de Estado clasifica a los talibanes paquistaníes como una organización terrorista extranjera. Pero, en paralelo, a los talibanes afganos no le aplica la misma etiqueta. Por otra parte, sin embargo, el movimiento talibán afgano sí figura como una entidad sancionada por los dictámenes de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Departamento del Tesoro de Estados Unidos.
En base a esos dictámenes, Facebook designó a los talibanes como “organización peligrosa”. Se trata de una clasificación que los habilita a eliminar eventualmente sus cuentas, sin importar el contenido de las publicaciones específicas. De hecho, Facebook cerró una popular línea directa que los talibanes habían establecido en WhatsApp, propiedad de la misma red social. El canal, habilitado supuestamente por los talibanes, informaba sobre incidentes de violencia, saqueos y otros ataques.
Daniel Knowles, corresponsal extranjero de la revista The Economist, dijo por Twitter que esas configuraciones de WhatsApp eran comunes ya antes de que los talibanes tomaran el poder.
Mientras tanto, Twitter y algunas otras plataformas están permitiendo que los talibanes afganos tengan más libertad de acción. Es que esas plataformas todavía no eliminaron las cuentas que aseguran hablar en nombre del movimiento.
Retirada norteamericana, también en Internet
Múltiples agencias federales de Estados Unidos que operaron en Afganistán y trabajaron con ciudadanos afganos están depurando rápidamente sus páginas web. Las agencias están eliminando artículos y fotos que podrían poner en peligro a esos civiles y que ahora temen sufrir represalias de los talibanes.
La campaña de depuración pareció comenzar a finales de la semana pasada. Por entonces, ya quedaba claro que las fuerzas de seguridad afganas se desmoronaron por completo y que los talibanes tomarían el control del país mucho más rápido incluso que las proyecciones oficiales más alarmistas. Sin embargo, ahora la preocupación es que los talibanes o sus partidarios busquen en los sitios web e identifiquen a los afganos que hayan trabajado con los estadounidenses o simplemente se hayan beneficiado de sus servicios.
El vocero del Departamento de Estado, Ned Price, dijo que esa agencia estaba aconsejando al personal que buscara y eliminara contenido de redes sociales y sitios web en los que se mencionen civiles porque la seguridad de esos contactos afganos “es de suma importancia” para el gobierno. En ese sentido, señaló que “la política del Departamento de Estado es eliminar contenido únicamente en situaciones excepcionales como esta».
fuentes: La Nación y Voz de América