¡ALERTA! La carne sube un 30% justo antes de las fiestas: ¿cómo nos afectará la inflación?

La crisis de oferta provocada por la sequía ha generado un impacto directo en los precios de la carne vacuna en Argentina, que han aumentado aproximadamente un 25% en las últimas semanas en el mercado mayorista. Este aumento, aún no totalmente trasladado a los mostradores, está creando un escenario complicado justo antes de las festividades de fin de año, donde se espera que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) de noviembre supere el 2,3%.
La carne vacuna es el alimento de mayor peso en la canasta del IPC, lo que significa que cualquier fluctuación en su precio afecta visiblemente los números del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INDEC). Sin embargo, la carne no es el único bien básico que contribuirá a este aumento inflacionario; las subas en el transporte en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) y el pago extraordinario de la energía eléctrica también están impactando en los bolsillos de los consumidores.
El precio del novillo, por ejemplo, ha subido un 9,1% en la última semana, según el director de la consultora Equilibra, Lorenzo Sigaut Gravina. Esta situación anticipa que el traslado a los precios de las carnes no tardará en llegar, lo que podría elevar aún más el IPC. Amílcar Collante, economista, señala que las cotizaciones en el Mercado de Cañuelas se han incrementado desde $3250/$3500 por kilo entre junio y septiembre hasta los actuales $4260.
A pesar de estos incrementos, hay un consenso entre economistas sobre que no existe un riesgo inmediato de espiralización inflacionaria. En cambio, se está registrando un cambio en los precios relativos que impacta directamente en el poder adquisitivo de los consumidores, llevando a un consumo más moderado en el mercado interno.
Oferta y Demanda: Un Desbalance Estructural
La cadena de ganados y carnes se enfrenta a un panorama complicado. La demanda global de carne vacuna sigue en aumento, mientras que la producción local se ve limitada por la sequía del año pasado, lo que ha afectado al engorde del ganado. El productor ganadero y consultor, Víctor Tonelli, afirma que estamos frente a un proceso ganadero que probablemente no hemos visto antes, impulsado por dos factores claves: la llegada de nuevos consumidores y una revalorización de la carne en la dieta de muchas personas.
Este aumento en la demanda global ha llevado a que los precios internacionales se mantengan firmes. Tonelli menciona que han pasado catorce meses en los que los valores mundiales han incrementado mes a mes, abriendo así una oportunidad para países exportadores como Argentina. En 2025, el sector de Carne y Cuero tiene proyectado exportar u$s 3468,4 millones, un incremento del 38,9% comparado con octubre de 2024, según el informe mensual del Complejo Agroindustrial Argentino (CAA).
Si bien las exportaciones de carne vacuna argentinas cayeron 11% en volumen entre enero y septiembre de este año, el valor de estas exportaciones ha aumentado un 17% gracias a un incremento del 32% en los precios internacionales, como detalla la Fundación Mediterránea. Este fenómeno ha llevado a que China siga concentrando cerca del 65% del volumen vendido y al 50% del valor total.
Además, la reciente decisión de Estados Unidos de cuadruplicar su cuota preferencial de importación, pasando de 20.000 a 80.000 toneladas, abre nuevas oportunidades para diversificar mercados y facilitar la exportación de cortes de mayor valor agregado. El director de RIA Consultores, Javier Preciado Patiño, sostiene que este acuerdo podría resultar beneficioso para el negocio, permitiendo enfocar la producción en animales más pesados y dejando el resto para el mercado interno sin reducir necesariamente la oferta local.
Dificultades en la Producción Local
A pesar del contexto favorable de precios, la producción de carne enfrenta serias dificultades estructurales. Según la Fundación Mediterránea, octubre fue el tercer mejor mes en quince años en valores constantes en el Mercado de Cañuelas, pero no se observa un cambio claro hacia la retención de vientres, un factor crucial para incrementar el stock. Tonelli también menciona la falta de financiamiento como un obstáculo significativo para el crecimiento del sector: “Está faltando liquidez, nos está faltando crédito. Actualmente, lo que está deteniendo ese inicio de recuperación es la falta de financiamiento: las tasas son difíciles de tomar y todo está muy frenado”.
La restricción de oferta es palpable, como lo señala el coordinador de la Mesa Nacional de Carnes, Dardo Chiesa, quien advierte sobre la escasez de hacienda. Según sus palabras, “hay falta de mercadería” debido a la sequía del año pasado y a una primavera benigna que ha atrasado los engordes. Argentina produce aproximadamente tres millones de toneladas de carne al año y exporta cerca de un millón, pero Chiesa advierte que sin políticas de largo plazo, “la producción seguirá estancada”.
Desde el Gobierno, el funcionario Javier Lanari ha destacado que el consumo total de carnes se ubica en 113 kilos por habitante anuales, un récord en los últimos dieciséis años, mientras que las exportaciones de carne vacuna crecieron un 24% entre enero y agosto, alcanzando u$s 2256 millones. Sin embargo, los analistas del sector apuntan a que esta demanda enfrenta cambios estructurales, dado que producir carne vacuna es más costoso que otras proteínas como el pollo o el cerdo.
Para que un novillo gane un kilo de peso, se requieren siete kilos de alimento, en comparación con menos de tres kilos para pollo o cerdo. “En las góndolas de Argentina esa diferencia no existe”, asegura Patiño. Esto, sumado al contexto de precios internacionales y un realineamiento de costos, podría hacer que en los próximos años “la carne de vaca cueste entre 50% y 100% más que la de pollo o cerdo, como ocurre en otros mercados del mundo”.
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