¡ATENCIÓN! ¿Por qué el Gobierno corre contra reloj en el Congreso? Descubrí las sorpresas y consecuencias que nadie esperaba.

El clima político en Argentina se intensifica mientras el oficialismo inicia sus negociaciones con otros bloques legislativos para avanzar en una serie de reformas cruciales. Ayer por la tarde, el ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger, se presentó en el Congreso para detallar los proyectos enviados por el Gobierno a los legisladores de La Libertad Avanza, quienes se encargarán de conseguir los votos necesarios para la aprobación de estas medidas.

No obstante, Sturzenegger asistió solo al encuentro, ya que muchos de los miembros de su equipo estaban ocupados finalizando el texto de la reforma laboral, considerada la más conflictiva y que carece de respaldo de los principales sectores involucrados, como los sindicatos. Este contexto se agrava por la notable ausencia de Gerardo Martínez, secretario general de la UOCRA, quien no asistió a la última reunión del Consejo de Mayo. Aunque las autoridades nacionales justificaron su ausencia por un viaje, en el entorno de Martínez se interpretó como un rechazo a las reformas propuestas.

Uno de los puntos más controversiales de la reforma laboral fue la limitación de las cuotas solidarias, que fue eliminada del texto final debido a la resistencia de los sindicatos, ya que esta medida afectaría la financiación de las organizaciones gremiales. A pesar de esto, se mantuvo una modificación que permite que el pago de las cuotas de afiliación pase de ser una obligación de las empresas a ser optativo, siempre que haya un acuerdo expreso entre el trabajador y el gremio.

El anuncio del texto final se ha retrasado a la espera de la firma del presidente Javier Milei, quien actualmente se encuentra en Noruega, donde asistirá a la entrega del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado. Se espera que dicha norma sea enviada al Senado este jueves, justo cuando el presidente regrese.

Durante este período, el oficialismo enfrenta el desafío de avanzar en las seis propuestas incluidas en el llamado a sesiones extraordinarias, que comenzará este miércoles y se extenderá hasta el 31 de diciembre. Sin embargo, algunos referentes parlamentarios ya han señalado que el tiempo es limitado, advirtiendo que “este mes solo tiene 10 días” debido a las festividades.

Las prioridades se han distribuido equitativamente entre ambas Cámaras. En Diputados, se encuentran trabajando en el Presupuesto 2026, la Ley de Inocencia Fiscal y el Compromiso Nacional para la Estabilidad Fiscal y Monetaria. Mientras tanto, el Senado se prepara para discutir la reforma laboral, la modificación de la Ley de Glaciares y el nuevo Código Penal. Antes de que Sturzenegger llegara, los senadores sostuvieron una reunión de bloque encabezada por su nueva jefa, Patricia Bullrich, para acordar los pasos a seguir tras la reciente renovación legislativa.

Bullrich ha señalado la importancia de debatir la reforma laboral en una sesión programada para el 23 o 26 de diciembre, lo que requiere la aceleración de trámites previos. Sin embargo, fuentes cercanas al proceso han expresado dudas sobre la viabilidad de cumplir con estos plazos, dado que el Senado requiere un protocolo de siete días entre el dictamen y su tratamiento en el recinto. De ser necesario, podría solicitarse el tratamiento por dos tercios, aunque esto también presenta dificultades.

En Diputados, la situación es similar, con una atención especial en el Presupuesto 2026, donde el presidente de la Cámara, Martín Menem, lidera las negociaciones. El Gobierno busca que la denominada “ley de leyes” sea discutida en la comisión correspondiente a inicios de la próxima semana para llevar el texto a votación general esa misma semana.

La presión es palpable, y las autoridades nacionales ya han decidido volver a convocar a sesiones extraordinarias en la segunda quincena de enero y hasta finales de febrero para continuar tratando estos temas, aunque la intención sigue siendo avanzar lo más posible en los próximos días. En un contexto político tan acelerado, el futuro de estas reformas será crucial para definir el rumbo económico y social del país.