De estrella de la TV a compradora de casas en España: ¿Qué secretos oculta su inesperado cambio? ¡No creerás el motivo!

Manuel Navarrete se ha consolidado como una de las figuras más queridas en la televisión argentina, especialmente durante la época dorada de Ideas del Sur. Aunque su rol principal era el de productor, su carisma y los divertidos intercambios con Marcelo Tinelli en Showmatch lo catapultaron a la fama, convirtiéndose en un personaje que trascendió la pantalla. En 2011, dio un paso más al participar en Bailando por un Sueño, pero, a pesar de su prometedor futuro en Argentina, una conversación con amigos en un asado lo llevó a hacer las maletas y trasladarse junto a su familia a Valencia, España, donde reside desde hace cinco años.
La decisión de Navarrete no fue casual. En 2012, mientras su popularidad crecía, sufrió un violento robo en Caballito, cuando se encontraba en su auto con su hijo. Aunque este evento no fue el único motivo de su emigración, sí contribuyó a su deseo de buscar una mejor calidad de vida. “Elegimos en aquel momento Valencia porque era una ciudad mucho más relajada que Madrid y Barcelona y con mayor proyección, y por sobre todo porque era (y hoy lo sigue siendo) la tercera ciudad en importancia en España”, declaró en una reciente entrevista con LA NACION.
La decisión de mudarse fue reflexionada y no tomada a la ligera. Su esposa, María, era una empresaria del calzado con seis locales en Argentina, y él había alcanzado una posición privilegiada en la industria televisiva. “Por intermedio de un amigo le vendí a Campi su primer departamento; a eso me dedicaba, tenía mi oficina a la vuelta de Telefe”, recordó. Destacó que el reconocido humorista le brindó apoyo al presentarle a varias personas claves que facilitaron su ingreso a la televisión. “Me ayudó muchísimo, presentándome a los chicos de La tribuna de Nico y abriéndome las puertas de VideoMatch”, agregó.
Su carrera en televisión comenzó cuando Pablo Codevilla lo convocó para la segunda temporada de Decime cuál cuál cuál es tu nombre, un programa que entretuvo al público en 1996. “Un día en un vivo del programa le di una respuesta certera y Codevilla preguntó quién era yo y qué hacía en el estudio”, recordó. Con el tiempo, se le ofreció un puesto como productor para Feliz Domingo (Canal 9), y luego de una exitosa trayectoria, terminó en Ideas del Sur, donde trabajó durante 27 años.
Una vez en España, Manuel y su familia abrieron dos negocios de venta de pizzas y empanadas. “El emprendimiento gastronómico fue motivo inicial para no descapitalizarnos y para conocer el sistema impositivo, comercial y económico de España. Pero mi idea de base era invertir en propiedades una vez que estuviéramos instalados”, explicó. Actualmente, se dedica a buscar inversiones que le permitan generar renta segura. “Aprovechamos para vender la franquicia, porque yo soy un convencido de que los negocios se venden cuando funcionan”, subrayó.
Manuel explicó que su enfoque en el mercado inmobiliario es similar al modelo estadounidense de Flipping House, que consiste en comprar propiedades deterioradas a precios por debajo del valor de mercado, reformarlas y luego venderlas o alquilarlas. “Hoy la Argentina está en un camino de recuperación y creo que va a lograr recomponer muchas de las cosas que se habían perdido por muy malas administraciones a lo largo de muchos años”, agregó.
No obstante, el emprendimiento de María sigue activo, destacándose en el negocio del calzado en Europa. “Reconstruyó su camino con base en su profesionalismo y al estudio de las tendencias europeas, que son muy distintas a las de Argentina”, precisó. La familia no se encuentra sola en esta nueva etapa; su hijo Lorenzo, de 19 años, se trasladó con ellos y ha logrado adaptarse bien a su nuevo entorno, haciendo amigos y enfocándose en sus estudios.
A pesar de su éxito en España, Manuel continúa sintiendo un fuerte vínculo con Argentina. “Las personas que emigraron no hace mucho me saludan, saben quién soy. El reconocimiento es más para Marcelo, que fue el hacedor de mi popularidad; digo que fui popular, no famoso”, reflexionó. Extraña las pequeñas grandes cosas de su país, como los mates con sus padres, los asados con amigos y asistir a los partidos de San Lorenzo. “Es muy reconfortante cargar las baterías con tus raíces”, comentó, aunque admitió que un regreso a la Argentina parece lejano. “Sería muy difícil. Pero uno nunca sabe lo que le puede deparar el destino”, concluyó.
A pesar de su inmersión en el mundo de las inversiones, Manuel no descarta regresar a la televisión. “No dudaría ni un segundo en volver a sentir esa adrenalina, que solamente conocemos quienes amamos hacer televisión y producir en vivo”, afirmó. En cuanto a sus proyectos futuros, se mostró decidido a disfrutar de cada momento: “La vida son solo dos segundos. El que lo dijo no se equivocó, yo me lo tomé siempre muy en serio, y no pienso dejar de hacerlo”.
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