Juegos Olímpicos: patrullas anti-odio en las redes de los atletas
El Comité Olímpico Japonés se aliará con la policía para «patrullar» las redes sociales de los atletas nipones. El objetivo de las autoridades es blindar sus cuentas de posibles comentarios de odio por parte de usuarios durante los Juegos Olímpicos.
El organismo deportivo trabaja en la creación de un equipo especial. Por primera vez y junto a la policía metropolitana de la ciudad anfitriona intentarán proteger a los 580 atletas olímpicos nacionales de comentarios maliciosos en el ciberespacio.
Una cultura del odio
Entre los atletas nipones que acuden a la cita olímpica vienen sufriendo presiones a través de las redes. Uno de los casos más resonantes es el de la nadadora Rikako Ikee, quien representará a su país tras superar una leucemia. «Es muy doloroso para una atleta ser golpeada así», afirmó la popular nadadora nipona en Twitter. La atleta hacía referencia a los mensajes anti-olímpicos recibidos en sus cuentas sociales que la instaban a abandonar la participación en los Juegos Olímpicos.
El contexto de este evento deportivo es el rechazo social de los japoneses a su realización. El cuestionamiento está asociado directamente a la preocupación por la pandemia. Los niveles de odio en las redes sociales contra los atletas y organizadores llevaron al presidente del Comité Japonés Yasuhiro Yamashita a instar a la ciudadanía a no criticar a los atletas por competir.
Las autoridades deportivas de Japón pretenden también proteger a los atletas del posible uso indebido de sus imágenes en portales de internet para adultos, especialmente a las mujeres. Esta medid se debe a se detectaron fotografías de varias atletas japonesas en sitios web de pornografía, según recoge la televisión local.
El odio como contexto
La decisión de las autoridades japonesas de cuidar digitalmente a sus atletas tiene raíces en cuestiones profundas. En los últimos años vienen proliferando mensajes de odio, comentarios difamatorios y ciberacoso en redes sociales japonesas. Se trata de una práctica que desataron grandes críticas en el país en mayo de 2020, tras la muerte de la luchadora japonesa profesional Hana Kimura.
La popular luchadora fue criticada por algunos usuarios en redes sociales durante su paso por un programa de actualidad. Su muerte levantó una ola de reacciones contra el ciberacoso. El propio ministro nipón, Yoshihide Suga, afirmó en su momento que «es importante instruir a los usuarios de Internet en que no deben hacer críticas ofensivas y calumnias»