Créditos según tu googleo
El Fondo Monetario Internacional publicó un estudio en el que analiza la relación entre el mundo de las finanzas y la tecnología.
En el trabajo, se puntualiza la investigación sobre la reacción del sistema financiero a la irrupción de las Fintech.
Por allí precisamente pasa el interés del FMI: ver el modo en que la banca tradicional puede sortear la amenaza que constituyen las nuevas tecnologías aplicadas a los negocios bancarios.
Informados sobre sus clientes
Los bancos tradicionales saben que plataformas como Facebook, Google y Apple cuentan con mayor y mejor información sobre los clientes de los bancos que las propias instituciones de créditos.
De hecho, son esas mismas plataformas las que pueden ser potenciales oferentes de propuestas bancarias en competencia con las entidades tradicionales.
Y esto impacta tanto al ámbito de los clientes individuales como al de los grandes clientes corporativos.
Así, el informe describe cómo el uso de smartphones, las búsquedas online y las redes sociales ayudaron a impulsar la innovación financiera.
El aporte se debe a que se convirtieron en fuentes de datos no financieros.
Las bases de datos de las plataformas aportan información de las compras online, hardware usado para acceder a Internet, historial del navegador, etc.
Estos datos pueden ser tamizados por la inteligencia artificial como vías alternativas para calcular la calificación crediticia.
Esto, según los autores del informe, podría terminar ayudando a impulsar la inclusión financiera.
La práctica permitiría que individuos y empresas que suelen verse discriminados por los métodos tradicionales puedan recibir a partir de ahora mayores créditos.
Esto repercutiría en favor de sectores como, por ejemplo, los trabajadores informales, los inmigrantes cualificados y las empresas localizadas en zonas rurales.
Criptomonedas oficiales
La salida al mercado de este tipo de monedas interpela a los bancos centrales de distintos países.
De hecho, las autoridades monetarias de Japón y China lanzaron sus propias monedas digitales.
En tanto, Estados Unidos y Europa evalúan avanzar en el mismo sentido.
La carrera por nuevas criptomonedas tiene un fundamento.
Se trata del temor a que la soberanía monetaria de bloques económicos como el de la Unión Europea se vea amenazada.
Los analistas del Fondo Monetario creen que proyectos como Libra podrían jaquear el control monetario del bloque europeo.
Esta tesis ya fue defendida por Christina Lagarde, presidenta del BCE.
La funcionaria de origen francés defiende la idea de un ‘euro digital’ como una necesidad para garantizar dicha soberanía, así como el acceso continuo al dinero y créditos.