¡El 71% de los que se capacitan en IA sienten un cambio radical en su carrera! ¿Te lo vas a perder?

El avance de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito laboral ha suscitado tanto entusiasmo como preocupación entre los trabajadores argentinos. Según el informe “PwC Hopes & Fears 2025”, cerca del 62% de los empleados teme perder su empleo a corto plazo debido a la creciente automatización. Este temor es especialmente palpable en un contexto donde solo el 15% utiliza la IA de manera frecuente en su trabajo.

Sin embargo, el mismo informe revela datos alentadores para aquellos que se capacitan en el uso de esta tecnología. De acuerdo con las encuestas realizadas a casi 50.000 personas en 48 países, el 71% de quienes emplean IA diariamente reporta un aumento significativo en la productividad, mientras que un 54% se siente más seguro en su posición laboral. Esto pone de manifiesto el potencial que la IA tiene para no solo transformar la naturaleza del trabajo, sino también para impulsar el desarrollo profesional y la confianza en el futuro.

El estudio destaca que en Argentina, a pesar de que el 47% de los trabajadores teme que la automatización pueda reemplazar sus tareas, quienes ya utilizan la IA han comenzado a ver los frutos de su implementación. Esta disparidad en el uso de la tecnología señala una considerable brecha digital y de capacitación en el mercado laboral argentino.

A nivel global, la tendencia es similar: quienes utilizan IA generativa a diario son mucho más propensos a experimentar beneficios tangibles en productividad (92% frente al 58%), seguridad laboral (58% frente al 36%) y salario (52% frente al 32%). Sin embargo, la adopción de esta tecnología aún es baja, con solo el 14% de los trabajadores en el mundo utilizándola diariamente, y solo la mitad (54%) afirmando haberla empleado en el último año.

El estrés en el entorno laboral también ha aumentado. El 44% de los encuestados se siente abrumado al menos una vez por semana, y el 72% ha notado un incremento en su carga laboral respecto al año pasado. Este malestar es especialmente notable entre los jóvenes de 18 a 34 años, donde el 49% expresa “miedo al futuro laboral”. La falta de oportunidades de desarrollo y la persistente inflación contribuyen a esta sensación de inseguridad.

Además, el 68% de los empleados consultados informan estar enfrentando dificultades financieras, y solo el 37% espera un aumento real en su salario en los próximos doce meses. A nivel mundial, aunque muchos se sienten satisfechos con su trabajo, el estrés es evidente: solo el 53% está optimista sobre su futuro laboral, y un 35% se siente abrumado, cifra que asciende al 42% entre los jóvenes.

La relación entre empleados y empleadores también muestra signos de desconfianza. En Argentina, solo el 46% de los empleados confía en las decisiones de la alta dirección, y uno de cada tres no siente que su empresa fomente una cultura de aprendizaje o innovación. Esta falta de comunicación interna agrava la sensación de alienación, con apenas el 41% entendiendo claramente los objetivos estratégicos de su organización. Además, el 58% siente que no reciben la preparación adecuada para enfrentar los desafíos tecnológicos.

“El talento local evidencia un fuerte deseo de estabilidad, pero también una necesidad urgente de contención emocional y claridad sobre el rumbo de las organizaciones donde se emplean. La confianza se construye con comunicación transparente y una agenda real de desarrollo de habilidades, especialmente en un contexto donde la tecnología redefine la forma de trabajar”, sostiene Damián Vázquez, socio de PwC Argentina y líder de Managing Consulting.

Por otro lado, el informe también revela una creciente brecha generacional en las percepciones sobre el futuro laboral. Mientras que el 59% de los mayores de 45 años se siente razonablemente seguro en su puesto, solo el 38% de los jóvenes entre 18 y 34 años comparte esa sensación. Alarmantemente, solo el 29% de los jóvenes considera que su empleador los capacita adecuadamente para los desafíos que se avecinan, lo que subraya la necesidad de reforzar los programas de aprendizaje y recalificación.

La falta de balance entre la vida personal y el trabajo es otro factor preocupante: el 61% de los empleados argentinos informa que dedica más horas laborales que hace un año, y casi la mitad (49%) siente que su trabajo afecta negativamente su bienestar mental o emocional. Este dato supera el promedio global (35%) y refleja cómo las tensiones económicas y la incertidumbre profesional impactan directamente en la calidad de vida.

Quienes se sienten escuchados por sus superiores o tienen objetivos laborales claros exhiben niveles de motivación un 70% más altos. Esto resalta el papel central que juega un liderazgo empático en contextos de inestabilidad.

“El informe aporta claridad en el debate sobre el futuro del trabajo, brindando a los empleadores los datos que necesitan para afrontar los desafíos más urgentes de la fuerza laboral actual: desde aprovechar los verdaderos incrementos de productividad de la IA hasta construir confianza, motivación y las habilidades necesarias para un crecimiento sostenible. La productividad, la reinvención y el crecimiento dependen tanto de la confianza y el bienestar de las personas como de la tecnología”, concluye Damián Vázquez.

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