¡El alarmante aumento de niños con esta enfermedad: ¿sabes cuál es la causa secreta detrás? ¡No te lo puedes perder!

Durante años, la hipertensión se ha ganado el apodo de la "asesina silenciosa". Esta patología, que a menudo no presenta síntomas, puede provocar daños severos en el corazón, el cerebro y los vasos sanguíneos. Tradicionalmente asociada a personas mayores, la hipertensión está comenzando a afectar a una población mucho más joven: los niños. Un estudio reciente publicado en The Lancet Child & Adolescent Health revela datos alarmantes sobre la presión arterial en los más pequeños.

Según el análisis, el porcentaje de niños y adolescentes con hipertensión casi se ha duplicado en dos décadas, pasando de un 3,2% en el año 2000 a más del 6,2% en 2020. Este aumento significa que actualmente 114 millones de menores de 19 años en el mundo viven con hipertensión. La investigación se basa en un análisis de 96 estudios que involucran a 443.000 jóvenes de 21 países.

Los resultados hacen que muchos se pregunten: ¿por qué un niño debería padecer una enfermedad típica de adultos mayores? La respuesta principal radica en el aumento de la obesidad infantil, que se asocia a un riesgo casi ocho veces mayor de desarrollar hipertensión en comparación con sus pares de peso saludable. Mientras que solo el 2,4% de los niños con un peso saludable presentan hipertensión, este porcentaje se dispara al 19% entre aquellos con obesidad.

Las cifras son devastadoras y reflejan una tendencia global, con UNICEF advirtiendo que la obesidad infantil se ha triplicado desde el año 2000. Este aumento se atribuye a la elevada ingesta de alimentos procesados y a la disminución de la actividad física entre los jóvenes.

La importancia de realizar un diagnóstico temprano es crucial. Aunque el estudio menciona limitaciones en la medición de la presión arterial, el mensaje es claro: es necesario controlar la tensión en niños con factores de riesgo como la obesidad. Recordemos que estamos tratando con una 'asesina silenciosa'; así, aunque en apariencia los niños puedan estar sanos, los daños en sus arterias pueden estar ocurriendo sin que nadie lo advierta.

Uno de los hallazgos más reveladores es que la forma en que se mide la presión arterial puede alterar significativamente los resultados. Por ejemplo, un diagnóstico en un consultorio médico generalmente requiere al menos tres visitas para confirmar la hipertensión, lo que estimaría su prevalencia en un 4,3%. Sin embargo, al incluir mediciones fuera del consultorio, como los tensiómetros que cualquiera puede usar en casa, la prevalencia de hipertensión sostenida aumenta a 6,7%.

Este cambio de paradigma indica que hay niños con presión arterial normal en un entorno médico, pero que experimentan elevaciones en su vida cotidiana, un fenómeno alarmante que afecta a un 9,2% de los jóvenes a nivel global. Por otro lado, el estrés en el entorno médico puede causar lo que se conoce como 'hipertensión de bata blanca', que afecta a un 5,2% de los jóvenes, sugiriendo que una porción considerable puede estar siendo mal diagnosticada o sobretratada.

El estudio también destaca la prehipertensión, que afecta a un 8,2% adicional de niños y adolescentes. Los niveles de presión arterial de estos jóvenes son más altos de lo normal, aunque aún no cumplen con los criterios diagnósticos para hipertensión. Esta condición es especialmente prevalente durante la adolescencia, afectando al 11,8% de los adolescentes frente a un 7% en los niños más pequeños.

Frente a estos datos preocupantes, es fundamental que tanto padres como profesionales de la salud tomen conciencia de la importancia de monitorear la presión arterial en niños, especialmente aquellos con sobrepeso. La detección temprana y el control de la hipertensión pueden prevenir complicaciones severas en el futuro, asegurando así un mejor bienestar para las generaciones venideras.

Te puede interesar:

Subir