¿El peronismo al borde del colapso? Descubre las cifras impactantes que nadie se atreve a revelar.

No hay dudas de que desde 1945, tanto en el gobierno como en la oposición, en la legalidad o la proscripción, el peronismo se ha consolidado no solo como la principal organización político-partidaria, sino también como el centro gravitante de la vida política nacional. A lo largo de su historia, este movimiento fundado por Juan Domingo Perón ha atravesado múltiples crisis, tensiones internas y virajes ideológicos. A pesar de las predicciones sobre su declive tras sucesivas derrotas electorales, el peronismo es un "sobreviviente" que se ha adaptado y regenerado a lo largo del tiempo.

Sin embargo, la situación actual del peronismo no puede ser entendida solo como un "momento" más de su larga historia, sino que es necesario prestar atención a las raíces estructurales de su crisis. La falta de un liderazgo nacional claro, las disputas entre diferentes sectores en provincias y las tensiones en el Congreso son solo algunas manifestaciones de una crisis que se ha agudizado tras la reciente derrota electoral.

Esta crisis resulta funcional para un gobierno libertario que, inesperadamente, encuentra un espacio para avanzar en una ambiciosa agenda de reformas a partir del recambio del 10 de diciembre. En este contexto, la discusión sobre la identidad del peronismo y su proyecto político se presenta como una necesidad ineludible, aunque compleja. La unidad del movimiento es precaria, la desconfianza mutua es generalizada y las diferencias se profundizan, generando un clima de enojo y heridas abiertas.

Asimismo, la crisis también afecta al sindicalismo, que se encuentra en un estado de reflexión similar. La tensión se manifiesta a través de dos frentes: por un lado, una interna bonaerense que enfrenta al pankirchnerismo y, por otro, la creciente controversia en torno al liderazgo de la ex presidenta Cristina Kirchner, que se encuentra cada vez más en desacuerdo con gobernadores y referentes territoriales.

Muchos en el peronismo actúan como si el liderazgo de Cristina Kirchner hubiera llegado a su fin, especialmente tras una derrota electoral que evidenció que amplios sectores del electorado se manifestaron en contra de un posible retorno del kirchnerismo, a pesar de la complicada situación económica. No obstante, la ex presidenta se resiste a aceptar esta realidad mientras enfrenta nuevos desafíos judiciales y se centra en confrontar tanto a Javier Milei como a la interna bonaerense.

La percepción de que Cristina Kirchner prioriza su situación personal y la supervivencia de su espacio en la provincia de Buenos Aires sobre las necesidades de las provincias ha comenzado a generar resentimientos, fomentando un ambiente apto para que ciertos gobernadores busquen establecer diálogos directos con el Poder Ejecutivo, dejando atrás el rechazo frontal a cualquier iniciativa gubernamental.

A partir del 10 de diciembre, un grupo de gobernadores como Gérardo Zamora, Raúl Jalil, Osvaldo Jaldo y Sergio Ziliotto parecen dispuestos a actuar sin las restricciones impuestas por San José 1111, buscando nuevas formas de negociación. Sin embargo, el gobernador Axel Kicillof se encuentra en una posición más complicada. Excluido de los diálogos con el Gobierno y enfrentando tensiones con su ex mentora, también es el eje de la disputa en la provincia, lo que complica su capacidad para gobernar.

Si bien logró que se aprobara el dictamen del Presupuesto y de la ley Fiscal Impositiva, el tema del endeudamiento sigue pendiente, creando un sentido de urgencia antes de la renovación legislativa en su provincia, que dificultaría alcanzar los dos tercios necesarios para su aprobación.

Por lo tanto, será crucial observar cómo se desarrolla la disputa en la provincia de Buenos Aires y si la creciente autonomía de los gobernadores resultará en una ruptura de los bloques legislativos en ambas cámaras del Congreso Nacional. Esto no solo podría debilitar al peronismo como principal fuerza de oposición, sino que también facilitaría la implementación de las reformas estructurales impulsadas por Milei.