¡Emergencia energética en Argentina! ¿Por qué los subsidios se desplomaron un 44% y qué significa para tu bolsillo?

En un contexto marcado por la "motosierra fiscal" implementada por el gobierno de Javier Milei, los subsidios al sector energético han experimentado una drástica reducción del 44% en los primeros diez meses de 2025 en comparación con el mismo periodo del año anterior. Según un informe de Economía & Energía, el total de subsidios alcanzó los USD 3.183 millones, una caída significativa frente a los USD 5.708 millones del mismo mes de 2024.
Este recorte ha sido parte de un ajuste más amplio que busca equilibrar las cuentas públicas del país. De acuerdo con los datos del informe, un 72% de los fondos se destinaron a la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA), mientras que el 24% fue dirigido al Ente Nacional de Energía (ENARSA) y solo un 3% al Plan Gas. Los expertos de la consultora aclaran que esta tendencia se consolidó durante 2025, evidenciando un cambio en la política de subsidios que afecta a diversos actores del sector energético nacional.
Al observar la evolución mensual, se puede ver que, en octubre de 2025, los subsidios fueron de USD 166 millones para ENARSA, USD 2.304 millones para CAMMESA, USD 83 millones para el Plan Gas y USD 630 millones para otros sectores, incluidos Yacimientos Carboníferos Río Turbio y Yacyretá. Esta distribución muestra una concentración de recursos en los segmentos de energía eléctrica y gas, que históricamente han sido los principales beneficiarios de asistencia estatal.
Al contrastar con años anteriores, el ajuste se vuelve más evidente. En 2023, el gasto acumulado en subvenciones a la energía hasta octubre ascendió a USD 8.554 millones, mientras que en 2022 se alcanzó un récord de USD 10.749 millones. Durante los picos de la pandemia en 2020 y 2021, los montos destinados fueron de USD 5.074 millones y USD 9.012 millones, respectivamente. Las cifras más cercanas a las actuales se registraron en 2019, donde las partidas para la asistencia energética alcanzaron USD 3.700 millones.
El recorte en los subsidios ha tenido implicaciones directas en las facturas que pagan los usuarios. De acuerdo con el Observatorio de Tarifas y Subsidios del Instituto Interdisciplinario de Economía Política (IIEP) de UBA-CONICET, desde diciembre de 2023, las tarifas de gas han incrementado un 913%; las de electricidad, 228%; y las de agua, 376%. A pesar de que estos aumentos son significativos, todos se encuentran por debajo de la inflación del mismo periodo, que fue del 171%.
Según IIEP, desde diciembre de 2023 hasta octubre de 2025, la canasta de servicios públicos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ha incrementado un 514%, en comparación con el 171% del nivel general de precios. En 2025, la canasta acumuló un aumento del 21%, mientras que la inflación acumulada se estima en 24%.
El aumento en los costos de servicios públicos también se refleja en que, para octubre de 2025, la canasta de servicios públicos representó el 10,7% del salario promedio registrado, permitiendo a los trabajadores adquirir 9,4 canastas con su salario, en comparación con 8,5 canastas en el mismo mes de 2024. El gasto en transporte explica el 45% del total, siendo el doble que el peso individual de otros servicios sobre el ingreso de los hogares.
Con estos datos, se dibuja un panorama claro: la política de subsidios del gobierno de Milei está impactando no solo en el sector energético, sino también en la economía de las familias argentinas, que deben hacer frente a tarifas de servicios públicos cada vez más altas, incluyendo el transporte, un gasto crítico para la movilidad en la capital y su área metropolitana.
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