¿Estás listo para perderte el futuro? La sorprendente verdad sobre la inteligencia artificial que nadie te cuenta... ¡y que podría costarte caro!

En un movimiento que ha generado tanto expectativa como inquietud en el sector tecnológico, OpenAI ha anunciado su intención de invertir US$ 1,4 billones en los próximos ocho años. Sin embargo, esta ambiciosa inversión contrasta notablemente con los ingresos anuales de la compañía, que apenas alcanzan los US$ 20.000 millones. Según las previsiones internas, las pérdidas podrían llegar a ser de hasta US$ 74.000 millones para 2028, lo que ha suscitado alarmas entre los inversores y analistas del mercado.
El director ejecutivo de OpenAI, Sam Altman, reconoció la semana pasada las preocupaciones en torno a estas proyecciones y defendió el agresivo plan de expansión de la empresa. Este plan incluye el desarrollo de posibles dispositivos de consumo, proyectos de robótica y un servicio de computación en la nube basado en inteligencia artificial, todos en diversas etapas de desarrollo.
Las inquietudes no se limitan a OpenAI. El alto nivel de apalancamiento financiero en el sector tecnológico está alimentando el nerviosismo. Un ejemplo claro es el acuerdo que Oracle firmó en septiembre con OpenAI, que contempla un suministro de capacidad de cómputo por un valor de US$ 300.000 millones, financiado parcialmente a través de la emisión de bonos por US$ 18.000 millones. Esto se suma al hecho de que, según Goldman Sachs, las empresas relacionadas con la IA han emitido bonos corporativos por un total de US$ 139.000 millones durante el presente año, un 23% más que en 2024.
Además de las presiones financieras, las compañías también enfrentan cuellos de botella en el suministro de energía y otros recursos. CoreWeave, respaldada por Nvidia, ha advertido sobre retrasos en la construcción de centros de datos, lo que podría impactar negativamente en sus ingresos trimestrales. Esto ya provocó una caída del 16% en el valor de sus acciones, reflejando la vulnerabilidad del sector ante factores externos.
Inversión en IA sigue en aumento
Pese a todas estas dificultades, el flujo de inversiones en inteligencia artificial no parece detenerse. Se estima que el gasto de capital en IA de las grandes empresas tecnológicas superará los US$ 400.000 millones para 2025. Ejecutivos como Lisa Su, de AMD, han señalado que el ritmo de inversión “se está acelerando”, un dato que confirma las tendencias reportadas por el Wall Street Journal.
Aunque la preocupación por una burbuja en el mercado tecnológico crece, las valoraciones todavía no han alcanzado niveles extremos. Por ejemplo, el índice Nasdaq Composite mantiene un PER promedio de 29 puntos, inferior al de 2021. Sin embargo, tras tres años de gastos masivos sin un modelo financiero claro, los inversores comienzan a mostrar signos de fatiga y cautela hacia un sector que promete revolucionar la economía global, pero que aún busca formas de convertir su potencial en beneficios sostenibles.
En este contexto, la comunidad inversora deberá evaluar cuidadosamente las proyecciones de crecimiento y los riesgos asociados a la inteligencia artificial. A medida que la tecnología avanza, las decisiones que se tomen hoy podrían definir el rumbo del sector durante la próxima década, tanto a nivel local como global.
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