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Coronavirus: la nueva normalidad ya se vive en el mundo digital

No hay comentarios | Publicado el sábado 29 de agosto

Por Diego Corbalán

Resulta un tanto increíble que el humor social vaya mejorando en un contexto tan complejo como el que vive la Argentina y el mundo.

El avance del coronavirus no da tregua, entre la suba de contagios y muertes, tanto en primeras o segundas oleadas.

Sin embargo, empiezan a verse síntomas de un fenómeno social inédito para la pandemia.

Entre la vida y la muerte

Para este informe junto a Scidata Argentina, indagamos especialmente en el mundo digital de la Web.

Allí rastreamos las consultas de los usuarios de la Argentina y del mundo por cuestiones básicas del momento que nos toca vivir.

Se trata de la vida y la muerte, ni más ni menos.

Es que esta pandemia nos ayudó a reducir al máximo de lo simple la noción de lo que significa la calidad de vida.

Los científicos sociales debaten desde hace mucho tiempo los criterios para entender de qué se trata un buen vivir.

¿Es una cuestión de dinero?

¿Es un asunto de vínculos sociales?

¿Se trata del lugar en donde vivamos?

¿Refiere a la realización personal?

La pandemia acomodó la discusión, a fuerza de confinamiento, contagios y muertes.

Hoy caben pocas dudas: la calidad de vida se entiende en el binomio clásico de la existencia de la vida y la muerte.

Así lo estamos viviendo en nuestra cotidianeidad, tanto dentro como fuera de nuestra conexión a Internet.

Un mundo (digital) más apesadumbrado

Echemos una primera mirada analítica sobre el asunto.

En primer orden, tomamos la serie histórica 2004-2020 de búsquedas en Google sobre datos e información sobre la vida y la muerte.

Es decir, son consultas acerca de frases, pensamientos e incluso noticias en las que ambos asuntos están en el centro de la escena.

Por ejemplo, buscamos “vida” para saber sobre frases sobre ella o acerca del significado que representa.

Asimismo, también consultamos sobre “muerte” para hacernos, por ejemplo, de explicaciones sobre ese momento doloroso acerca del final de la vida.

Ambas consultas las integramos en un indicador que llamaremos “clima social”.

En el largo recorrido de los últimos 17 años de datos disponibles en Google, el resultado es este:

Desde 2004 en adelante, el “clima social” muestra cambios bastante lógicos.

A nivel mundial, el indicador (cuyo valor menor a cero refleja el equilibrio absoluto entre consultas acerca de la vida y la muerte) se mostró siempre en valores negativos pero relativamente alto hasta la crisis financiera de 2008-2009.

En adelante, especialmente desde 2011, el clima social fue bajando de manera gradual pero persistente.

Recién en 2017 tuvo una recuperación mundial para volver a caer entre 2018 y 2019.

Sin embargo, el quiebre daría recién en este 2020.

Este año, el indicador de clima social tocó los 48,7 puntos, el valor más bajo de la serie histórica.

El número representa una baja casi multiplicada por 2 en relación con 2019.

En la Argentina, el indicador evolucionó con una tendencia parecida, aunque no igual.

Entre 2004 y 207, el clima social argentino lució mucho más favorable que a nivel mundial.

Sin embargo, desde 2008 en adelante el indicador tuvo descensos que, con oscilaciones, se mantuvieron hasta el 2014.

En 2015 comenzó a mostrar mejoras en el clima social para tocar nuevamente un valor elevado (positivo) de clima social en 2017.

Ya en 2018, la crisis económica y financiera local comenzaría a golpear el ánimo social.

Esto hizo que el clima se resintiera para tocar el valor más bajo de la serie en este 2020 con la irrupción de la pandemia: 37,1 puntos.

El año del «sube y baja» anímico

Ahora, hagamos foco en este 2020.

Tanto a nivel mundial como local, el año viene siendo un verdadero sube y baja para el clima social.

Ya por enero y febrero, el indicador que elaboramos junto a Scidata mostraban valores elevado para desmoronarse en marzo y abril.

Por entonces, el coronavirus estaba provocando las peores consecuencias sanitarias, especialmente en el hemisferio norte.

A partir de mayo, el clima social mejoraría a nivel global, acompañando los primeros síntomas de mejora en el avance de la Covid-19.

Esta mejora se sostiene incluso en agosto, con 30,5 puntos den el indicador, lo que lo ubica en valores similares a los del inicio de la pandemia.

Mientras tanto, en la Argentina, el clima social se vino comportando de manera similar al mundo, con algunas variantes.

Una de ellas es el repunte en el malhumor social en julio, mes en el que el coronavirus golpeó con especial preocupación.

Sin embargo, en agosto el indicador mostró mejoras pese a que el avance de la enfermedad no cede.

¿Por qué entonces mejora el humor colectivo mientras el coronavirus no para de contagiar y matar?

Acostumbrados al bicho

Como decíamos, en la Argentina el clima social fue variando a lo largo de este tan especial 2020.

Los picos críticos del indicador se dieron en marzo y julio.

En marzo, el impacto estuvo dado por el temor por un, hasta entonces, virus desconocido.

En cambio, en julio el clima social se alteró por las consecuencias reales de la enfermedad.

Desagregando el indicador por distritos veremos el fenómeno con más detalle:

Por razones que exceden a este artículo, el clima social siempre tendió a ser mejor a nivel país que en la provincia y la ciudad de Buenos Aires.

Pero, el rasgo en común es una recuperación inédita en lo que va de 2020, registrada en agosto.

Los datos sobre nuestro comportamiento en la Web nos vuelven a indicar que estamos cambiando el ánimo aún cuando el coronavirus está entre nosotros.

¿Qué pasó para que reaccionemos de esta manera?

“¿Qué nos pasa a los argentinos?”

Día a día estamos viendo en los medios de comunicación un sinfín de curvas preocupantes sobre el avance del coronavirus en la Argentina.

Los gráficos reflejan cada vez más contagios y muertes por Covid-19:

Sin embargo, como vimos, en el mundo digital el humor social no parece acompañar esta cruda realidad.

Veamos un gráfico que puede aportar información más precisa al respecto:

Más allá del día a día de contagios y muertes, mensualizamos ambas variables de acuerdo con la reproducción de sus números de mes a mes.

Los resultados lucen contrastantes.

Comparando abril con marzo, la multiplicación de contagios era de 3,5 veces mientras que las de muertes era de 7,6.

Entre mayo y junio, los contagios se estabilizarían mientras que la reproducción de muertes descendería y fuerte.

En julio, los contagios se mostrarían a la baja mientras que subiría fuerte la multiplicación de muertes.

Si recuerdan lo leído hace un par de líneas arriba, justamente julio fue el mes de más deterioro del indicador de clima social.

Ya en agosto, ambas variables de contagios y muertes se equipararon para bajar ambas con respecto a julio.

Indudablemente, lo que en número absolutos espanta, en número relativo luce muy distinto (y mucho más auspicioso).

Un virus más contagioso, aunque menos letal

Como ya contamos en informes anteriores, el avance del coronavirus viene siendo constante, aunque con impacto dispar.

En las expectativas de los usuarios argentinos en el mundo digital esto queda bastante bien demostrado.

La circulación del coronavirus es un hecho y lo podemos comprobar en el siguiente gráfico:

Las consultas sobre cambios en el olfato y el gusto (dos síntomas de los más característicos del coronavirus) vienen creciendo de manera sostenida.

De marzo a agosto, ambas consultas no pararon de crecer.

El salto en averiguaciones sobre el gusto fue del 64% mientras que las de olfato treparon más del 300%.

Sin embargo, las consultas por el estado de las terapias intensivas tendieron a desinflarse.

Incluso, si comparamos marzo con agosto, se registró una baja del 14%.

Si desagregamos las averiguaciones por las terapias por distrito, podremos ver con más claridad el fenómeno:

Tanto a nivel país como en la provincia y en la ciudad de Buenos Aires se advierte el crecimiento de consultas por las terapias entre julio y julio para bajar marcadamente en agosto.

Otro indicador del mundo digital que nos muestra una suerte de acostumbramiento al vivir por y para coronavirus en la Argentina.

Reconectando con la nueva normalidad

En mayor o menor medida, todos, absolutamente todos cambiamos hábitos de vida por la pandemia.

Nos fuimos acostumbrando a una nueva realidad, poco parecida a la anterior.

A lo largo de 2020, este proceso se dio de manera muy cambiante.

Junto a Scidata, venimos monitoreando las búsquedas en la Web sobre distintas temáticas de la vida cotidiana.

Los resultados lucen así en el mundo digital:

En marzo, las decisiones de gobierno, con la cuarentena al frente, hicieron saltar las consultas online sobre la gestión de Alberto Fernández.

De hecho, en ese mes fue la búsqueda más importante en la Web junto a “trabajo”.

La incertidumbre política y económica dominaban el comportamiento online.

En paralelo, las averiguaciones sobre “películas” y series” tuvieron crecimientos importantes y recién hicieron pico en abril.

Fue toda una señal de acostumbramiento a los nuevos tiempos confinados en nuestras casas.

Mientras tanto, las consultas por lo político y lo económico perderían fuerza para recuperar terreno en agosto.

Justo en ese mes se desinflaron las averiguaciones por el entretenimiento mediante el cine y las series.

¿Los argentinos estamos reconectando con la realidad, tal como la vivíamos antes de marzo?

La respuesta bien podría afirmativa.

Un virus menos temido

Finalmente, vayamos a las redes sociales, también dentro del mundo digital.

En la evolución desde marzo pasado, el diálogo sobre el coronavirus fue mostrando cambios notorios.

El seguimiento que venimos realizando muestra cómo fue bajando la negatividad de la charla sobre la enfermedad.

Luego de los picos de marzo, en junio las menciones negativas tendieron a subir para ir hacia la baja entre julio y agosto.

En paralelo, las citas positivas fueron bajando a lo largo de la cuarentena, con subas en junio y nuevos descensos en los últimos dos meses.

En paralelo, mientras le fuimos perdiendo el miedo al coronavirus, los argentinos fuimos levantando temperatura social contra la cuarentena.

De abril a agosto, las menciones negativas treparon del 35,5% al 45,9%.

En tanto, las positivas bajaron del 32,2% al 15,2%.

La reconexión con la nueva normalidad, conviviendo con el virus, repele cada vez más a la cuarentena con método para controlarlo.

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