¡Impactante! El 75% de los argentinos no sabe que las criptomonedas podrían salvar su futuro financiero. ¿Te quedas afuera?

Este año se ha consolidado como un periodo decisivo para la adopción de criptoactivos en América Latina. Según un informe de Coinchange, en colaboración con Bitso, la principal compañía de servicios financieros digitales en la región, más de 57 millones de usuarios ahora poseen algún tipo de activo digital. Este crecimiento del 116% en el uso de criptoactivos se ha visto impulsado por hitos regulatorios y cambios significativos en el ecosistema cripto.

El estudio revela que, entre mediados de 2024 y el mismo periodo de 2025, la adopción aumentará un 63% adicional, consolidando a América Latina como uno de los mercados de criptoactivos de mayor crecimiento a nivel global. Este dinamismo plantea la necesidad de establecer reglas claras que definan qué plataformas pueden operar, bajo qué estándares y con qué responsabilidades frente a millones de usuarios. En este contexto, la construcción de marcos legales es esencial para proteger a los inversionistas, quienes están pasando de experimentar en el ecosistema cripto a adoptar estrategias más sofisticadas, con portafolios robustos y diversificación de inversiones.

Hacia una mayor claridad regulatoria

El informe también sugiere que la región avanzará hacia marcos más homogéneos, inspirados en regulaciones internacionales como la MiCA en Europa y la GENIUS Act en Estados Unidos. Temas como la transparencia y reservas para stablecoins, la custodia regulada y los requisitos de auditoría se volverán fundamentales. Además, se espera una supervisión más intensa de los proveedores de servicios de activos virtuales y una integración más fluida de los criptoactivos con los sistemas financieros tradicionales.

En este panorama, Chile se distingue por su Ley Fintech de 2023, que ha establecido un marco regulatorio sólido para plataformas digitales y ha preparado el terreno para normas específicas sobre activos virtuales. Por su parte, Panamá podría convertirse en un hub de tokenización si avanza su proyecto de ley sobre activos digitales, mientras que Uruguay evalúa escenarios regulatorios tras haber sido pionero con su piloto de moneda digital del banco central (CBDC). Sin embargo, Perú se mantiene rezagado en legislación específica, aunque el uso informal de cripto crece, alcanzando 1.28 millones de usuarios.

El fortalecimiento de la regulación permitirá que más usuarios interactúen con criptoactivos en entornos seguros. Asimismo, gobiernos y bancos centrales podrán ampliar las posibilidades de innovación financiera, lo que posicionará a Latinoamérica como un hub estratégico en este ámbito. La democratización del acceso financiero y el respaldo institucional basado en la cooperación con autoridades son aspectos cruciales en este proceso.

“El mercado cripto está viviendo un momento crucial. La adopción crece a un ritmo acelerado, sin embargo, la regulación aún está en desarrollo”, afirmó Felipe Vallejo, un experto en el área.

En el caso de Argentina, el informe destaca que la adopción de criptoactivos ha sido masiva, a pesar de contar con un marco regulatorio en construcción. Aunque el país no tiene una ley unificada para criptoactivos, sí cuenta con un Registro de Proveedores de Servicios de Activos Virtuales, lo que lo convierte en uno de los ecosistemas más activos del continente. Los requisitos de registro público en Argentina exigen a los proveedores brindar información de reporting y ejecutar prácticas constantes de verificación para prevenir el lavado de activos.

El debate público en torno a la regulación de criptoactivos está aumentando, creando condiciones para un marco más moderno en los años venideros. En contraste, Brasil ha sido reconocido como el líder regulatorio en la región, gracias a su Ley 14.478 de 2022, que establece un marco integral que incluye reglas claras para proveedores de servicios de criptoactivos y requerimientos de auditoría y transparencia.

En Colombia, a pesar del aumento en la adopción de criptoactivos, el desarrollo regulatorio sigue siendo incipiente. El país ha implementado un Sandbox regulatorio que permite a los bancos tradicionales operar con plataformas de criptoactivos, pero aún carece de una ley definitiva que regule este sector. Finalmente, México se ha consolidado como un referente en la región con su Ley Fintech de 2018, que formaliza el uso de activos virtuales y requiere autorización de los proveedores de servicios.

La situación en América Latina es una combinación de oportunidades y desafíos, donde la regulación adecuada se vuelve esencial para maximizar el potencial de un mercado en rápida expansión. La clave será encontrar un equilibrio entre la innovación y la protección del consumidor, garantizando un entorno seguro para todos los participantes en este nuevo ecosistema financiero.

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