¡Increíble! A los 12 años, venció el bullying y recibió ayuda de Bizarrap: ¿cómo lo hizo? ¡No te lo vas a creer!

En Mendoza, un niño de 12 años está revolucionando las redes sociales con su amor por el fútbol y su capacidad de comunicación. Ramiro Conti, con más de 52 mil seguidores en TikTok y una cuenta de Instagram que estuvo a punto de perder, ha logrado convertir su pasión en un ejemplo de ternura, perseverancia y amor por lo que hace. Su historia se convierte en un faro de esperanza en tiempos de adversidad.

“Unos años atrás empecé a ver fútbol, me fui enganchando hasta que mi papá me llevó a la cancha a ver a Godoy Cruz y me empezó a gustar cada vez más”, relata Ramiro a TN con una sonrisa contagiosa. Ese primer encuentro con el deporte lo llevó a convertirse en una pequeña figura del análisis futbolístico en redes sociales.

Todo comenzó casi como un juego, cuando decidió subir un video comentando un partido en TikTok. Su estilo claro, respetuoso y apasionado resonó con muchos, y así comenzó a sumar seguidores. Su hermano, Gonzalo Conti, periodista y relator, ha sido una inspiración clave en su camino: “Él unió su pasión por el fútbol y la comunicación, y a mí me pasó algo parecido”, explica Ramiro.

Índice
  1. Un Golpe Inesperado
  2. Una Pasión Inquebrantable

Un Golpe Inesperado

Sin embargo, en medio de este crecimiento, Ramiro enfrentó un desafío inesperado cuando alguien creó una cuenta de Instagram con su nombre, replicando su contenido. La situación era desconcertante, y Ramiro no sabía quién estaba detrás de esa cuenta ni cómo resolverlo. Lo que parecía una injusticia en el mundo digital se transformó en una historia de solidaridad.

Cuando Bizarrap comentó “Grande Rami” en una de las publicaciones de la cuenta falsa, Ramiro decidió escribirle: “Biza, yo no soy dueño de esa cuenta y alguien está usando mi material”. La respuesta del productor musical fue conmovedora, prometiéndole que lo ayudaría.

“Durante un mes hablamos todos los días con Bizarrap”, cuenta Ramiro emocionado. “Él me decía que estaba chamuyando al dueño de la cuenta para que me la dé, que no podía hacerle eso a un chico”. Finalmente, Ramiro recuperó su cuenta de Instagram en el mejor momento, mientras se preparaba para vivir la previa del mundial con la misma emoción que cuando pisó por primera vez la cancha de Godoy Cruz.

Lo que impresiona de Ramiro es su capacidad de comprender la situación sin dejarse llevar por el enojo. Al hablar del joven que le robó la cuenta, dice con sinceridad: “Igual era bastante buena onda el muchacho que hizo la cuenta falsa”. Esta bondad, intacta a pesar de las adversidades, es un rasgo admirable.

El apoyo de su familia es incondicional. Su papá, Gabriel, compartió que Ramiro está en tratamiento oncológico desde los dos años debido a la presencia de nódulos en el cerebro. Aunque ha estado internado varias veces, actualmente está estable, aunque debe tomar medicación diaria y evitar deportes de alto impacto.

Una Pasión Inquebrantable

Ramiro proviene de una familia de jugadores profesionales, y el deseo de ser futbolista está marcado en él casi como un mandato. Sin embargo, su cuerpo no siempre respondió a sus expectativas. En la escuela, sufrió bullying por no tener las mismas habilidades que sus compañeros. “Todavía queda alguno que lo carga porque no tiene cejas debido a la medicación”, comenta su padre con dolor y orgullo a la vez.

A pesar de las dificultades, Ramiro encontró otra manera de vivir su pasión: hablar de fútbol, analizarlo y sentirlo desde un lugar diferente al que impone la competencia. “Yo quiero conocer en persona a Bizarrap”, confiesa, aún emocionado. Sin embargo, ha logrado algo aún más grande: demostrar que el amor por lo que uno hace puede hacer rodar la pelota, aunque sea de otra manera.

La historia de Ramiro Conti nos recuerda la importancia de encontrar la resiliencia en momentos difíciles, y cómo el apoyo familiar y la pasión pueden transformar vidas, incluso en un mundo donde las redes sociales pueden ser un arma de doble filo.

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