¡Increíble! España lanza un sistema de pago que podría salvarte en un apagón: ¿te quedarás sin tu tarjeta?
España, en su papel como líder dentro de la Unión Europea, se ha propuesto un ambicioso objetivo: crear un sistema que permita pagar con tarjeta incluso sin conexión a internet. Esta iniciativa, presentada por Alberto Herrera en el programa 'Herrera en COPE', surge como respuesta a la creciente preocupación por la vulnerabilidad de los sistemas de pago en un mundo cada vez más digitalizado. A medida que nuevas amenazas, como apagones o ciberataques, se convierten en realidades posibles, la dependencia del efectivo, un recurso que se ha vuelto menos común, podría volverse crucial para la economía de un país.
El trasfondo de los pagos sin conexión
Herrera ilustró su propuesta recordando cómo funcionan los pagos en los vuelos comerciales. Durante un vuelo, el datáfono carece de conexión directa con el banco, lo que significa que la tripulación acepta pagos a ciegas, sin saber si la tarjeta tiene saldo disponible. Las transacciones se almacenan en la memoria interna del dispositivo y solo se procesan una vez que el avión aterriza y recupera la conexión. Este sistema, basado en la confianza, presenta el riesgo de que algunos pagos no se realicen.
Sin embargo, el nuevo sistema que se ha propuesto en España, analizado por el Comité Nacional de Pagos el pasado noviembre, promete ser más seguro. A diferencia del método de los aviones, el nuevo terminal de punto de venta (TPV) podría verificar un límite de gasto programado en el chip de la tarjeta. De este modo, el dispositivo podría consultar y autorizar el pago de forma instantánea, sin depender de una conexión externa ni de la buena fe del cliente.
Este avance pone de relieve la creciente necesidad de soluciones de pago más robustas, especialmente en un contexto donde las fallas tecnológicas pueden dejar a millones sin acceso a sus fondos.
“El efectivo es lo único que no depende de nadie, ni se cae, ni se bloquea, y nos hace más libres”,
Alberto Herrera, Periodista.
No obstante, el plan tiene un horizonte de implementación para el año 2029, y enfrenta desafíos considerables, sobre todo en términos de privacidad y la gestión de posibles fraudes. La cuestión de quién asumiría los riesgos en este nuevo sistema es aún un tema de debate. En este sentido, Herrera reflexiona sobre la relevancia del dinero físico en la actualidad, argumentando que, ante situaciones de crisis, como un apagón que interrumpa el servicio, el efectivo se convierte en un recurso indispensable. “De la indignación ya sabes que pasamos a la resignación”, dice Herrera, subrayando la necesidad de prepararnos para situaciones imprevistas.
Este proyecto no solo tiene implicaciones para la economía española, sino que también podría servir como un modelo para otros países que enfrentan desafíos similares. La capacidad de realizar transacciones sin dependencia de una red puede ser un salvavidas en momentos críticos, garantizando la continuidad del intercambio económico y la estabilidad social.
A medida que nos adentramos en una era donde lo digital prevalece, la búsqueda de alternativas que combinen seguridad, accesibilidad y confianza se vuelve más relevante que nunca. La propuesta de España no solo aborda las preocupaciones actuales, sino que también podría allanar el camino hacia un futuro donde el dinero y los pagos sean más resilientes frente a imprevistos.
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