¡Increíble! Lorena Villaverde a un paso de convertirse en senadora: ¿qué oscuros secretos esconde su impugnación? ¡No te lo puedes perder!

A menos de una semana de la sesión del próximo viernes, donde los senadores elegidos en los comicios de octubre tomarán juramento, la situación de la diputada nacional de La Libertad Avanza (LLA), Lorena Villaverde, sigue marcada por la incertidumbre. Sin embargo, se empieza a vislumbrar la posibilidad de que la Cámara alta le otorgue la luz verde para su incorporación a partir del 10 de diciembre.

Villaverde, quien fue diputada nacional, enfrenta un impasse debido a la impugnación de su título como senadora electa, presentada por el Partido Justicialista (PJ) de Río Negro. Este argumento se basa en la falta de “idoneidad moral” que se le atribuye a Villaverde, en relación a sus supuestos vínculos con el narcotráfico.

El PJ recuerda que Villaverde fue detenida en 2002 en un aeropuerto de Florida, Estados Unidos, con casi dos kilos de cocaína. Se agrega a esto su amistad con Claudio Ciccarelli, primo de Federico “Fred” Machado, un ciudadano argentino extraditado a EE.UU. por narcotráfico. Dicha relación contribuyó a que José Luis Espert perdiera el primer lugar en la lista de diputados nacionales de LLA por la provincia de Buenos Aires.

Con base en esta y otras presentaciones realizadas por particulares, la Comisión de Asuntos Constitucionales emitió un dictamen el miércoles pasado, en el que se propone el rechazo del diploma de Villaverde. Esto le impediría asumir como senadora, permitiendo que quien la siga en la lista de La Libertad Avanza ocupe su lugar.

La discusión sobre esta situación se llevará a cabo en la sesión del próximo viernes a las 11. Según el reglamento del Senado, los senadores electos pueden ayudar a formar el quórum y votar sobre la validez de los títulos de nuevos legisladores, a excepción del propio. Esto significa que la validez del diploma de Villaverde se decidirá en una votación en la que participará el nuevo Senado, aunque ella no podrá votar.

Hasta el momento, los números parecen favorecer al oficialismo, que defiende la legitimidad de Villaverde como senadora electa. Solo 28 senadores estarían dispuestos a negarle el derecho a asumir. Incluso en el kirchnerismo se reconoce que no tienen los votos necesarios para impedir que juramente.

Según un sondeo preliminar realizado por LA NACION, 26 senadores del kirchnerismo están dispuestos a rechazar su juramento. Sin embargo, la decisión del aún gobernador de Santiago del Estero, Gerardo Zamora, y su compañera Elia Moreno del Frente Cívico, podría ser clave, ya que aún no han definido su postura.

Además, otros dos senadores del interbloque de Provincias Unidas, Alejandra Vigo (Córdoba) y Carlos Espínola (Corrientes), también manifestaron su intención de apoyar el rechazo al título de Villaverde. Vigo, presidenta de la Comisión de Asuntos Constitucionales, firmó el dictamen que propone el rechazo. Por su parte, Espínola no ha hecho pública su decisión, pero los rumores sugieren que podría estar a favor de impedir su entrada al Senado.

En contraposición, habrá 19 votos de LLA, la nueva bancada oficialista menos Villaverde, y al menos cinco votos de Pro, donde se destaca el cordobés Luis Juez, defensor de que no hay elementos para impedir que Villaverde asuma su escaño. También se espera que los dos senadores del Frente Renovador de la Concordia de Misiones voten a favor de su ingreso.

El debate gira en torno a dos posturas. Por un lado, se encuentra la necesidad de respetar la voluntad popular que llevó a Villaverde al Senado y el hecho de que fue habilitada por la Justicia electoral. Por otro lado, muchos senadores expresan su preocupación por los episodios relacionados con el narcotráfico y el temor de que esta situación pueda abrir la puerta a infiltraciones en el Congreso.

La definición de los senadores de la Unión Cívica Radical (UCR), que aún no han tomado una postura clara, podría ser determinante. El partido, con su centenaria historia, suele permitir que sus senadores voten según sus convicciones personales, lo que podría inclinar la balanza en este caso.

El contexto político y social en el que se desarrolla este caso resalta la complejidad del sistema democrático argentino, donde la lucha entre distintos sectores y la interpretación de la moralidad y la justicia juegan un papel crucial. La decisión que tomen los senadores no solo afectará a Villaverde, sino que también sentará un precedente para futuras elecciones y la legitimidad de los representantes del pueblo.

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