¡Increíble! Milei da luz verde a ministros para vacaciones en el exterior: ¿Qué significa esto para vos?

El presidente Javier Milei ha decidido eliminar la restricción que prohibía a los funcionarios del gobierno vacacionar en el exterior, una medida que había impuesto al inicio de su gestión como muestra de austeridad. Esta novedad fue comunicada durante una reunión de Gabinete, donde Milei solicitó que las ausencias se concentren en los primeros quince días de enero, para que no interfieran con el cronograma legislativo previsto para febrero.

De acuerdo a fuentes oficiales, el mandatario ha otorgado luz verde a los viajes al extranjero, aunque con la condición de que los destinos sean considerados “razonables”. Además, pidió a cada funcionario que formalice las solicitudes correspondientes para organizar las ausencias, y enfatizó la necesidad de coordinar la presencia de los equipos técnicos que tendrán que permanecer activos durante el receso estival.

Este cambio de política marca un giro significativo respecto al verano pasado, cuando varios ministros, incluido el titular de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, debieron cancelar o modificar sus planes de viaje, con la única excepción de Patricia Bullrich, quien recibió autorización para ir a Disney en cumplimiento de una promesa familiar.

La noticia fue anunciada en la primera reunión ampliada liderada por el nuevo jefe de Gabinete, Manuel Adorni, quien ha optado por no tomarse vacaciones este año, en vista de los objetivos que su área deberá abordar a comienzos de 2026. A pesar de que algunos ministros manifestaron reservas sobre esta flexibilización en un contexto de ajuste, la medida fue aceptada bajo el argumento de que las restricciones anteriores eran “antiliberales”.

Con esta resolución, Javier Milei inicia una etapa más distendida en su segundo año de gestión, mientras se prepara para enfrentar un paquete de reformas que será discutido en el Congreso durante el mes de febrero. Esta decisión podría ser interpretada como un intento de humanizar su liderazgo y de alinear a su gabinete con las expectativas de la ciudadanía, que ha vivido un año de intensas tensiones económicas y políticas.

Es importante considerar las implicaciones de esta medida. Por un lado, refleja un cambio en la postura del gobierno hacia una mayor flexibilidad en la gestión interna, lo que podría interpretarse como un intento de fomentar la moral entre los funcionarios. Por otro lado, es un indicativo de que Milei busca mantener un equilibrio entre la austeridad y la necesidad de un gobierno que, al menos en apariencia, se preocupa por el bienestar de su equipo.

A medida que se acerca el cronograma legislativo de febrero, será crucial observar cómo esta política impacta no solo en la dinámica del gabinete, sino también en la percepción pública del presidente y su administración. ¿Logrará Milei equilibrar las expectativas de austeridad con un enfoque más humano? Solo el tiempo lo dirá.