¡Increíble pero cierto! El primo de "Wado" de Pedro provocó un castigo brutal tras la derrota: ¿qué consecuencias vienen?

En la comuna de Mercedes, la reciente derrota electoral del intendente Juan Ignacio Ustárroz ha desencadenado una serie de operativos de tránsito que han sido percibidos por los vecinos como represalias políticas. Ustárroz, primo del ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, enfrentó un descalabro en las elecciones del 26 de octubre, donde la Boleta Única de Papel (BUP) tuvo un papel central en su caída. Desde entonces, la municipalidad ha intensificado los controles viales, lo que ha llevado a un aumento en el secuestro de vehículos y la aplicación de multas de manera masiva.

Los ciudadanos han interpretado estas acciones como un castigo colectivo hacia aquellos que no apoyaron al oficialismo local. En particular, se han reportado casos de multas a vecinos que, asumiendo su derecho a estacionar en sus propias veredas, se han visto sorprendidos por sanciones inesperadas. Esta situación ha generado un clima de tensión y descontento, especialmente entre aquellos identificados con la oposición.

Matías Maresca, secretario de Seguridad y Transporte, ya había sido cuestionado antes por la emisión y venta de licencias de conducir falsas, lo que añade un elemento de desconfianza hacia la gestión municipal. A medida que se desarrollan los operativos de tránsito, surgen denuncias de que áreas de la ciudad se han convertido en zonas liberadas para picadas y motos con escapes modificados, lo que agrava aún más la problemática vial y sonora en varias avenidas y barrios de Mercedes.

La justificación del municipio para estos controles ha sido calificada como “controles de rutina” y “aplicación de la ley”. Sin embargo, muchos ciudadanos han comenzado a utilizar las redes sociales para dar visibilidad a las infracciones cometidas por el propio municipio. En videos que circulan en línea, se observan vehículos oficiales circulando sin patente, y camiones municipales conduciendo en contramano o causando daños a otros vehículos.

Estas imágenes contradicen el discurso oficial de “operativos preventivos” y evidencian una hipocresía que muchos ciudadanos no pueden ignorar. La situación ha dejado en claro que, en medio de la política, las acciones del gobierno local están generando más confusión y frustración que soluciones efectivas para el tránsito y la seguridad vial.

En este contexto, los vecinos han expresado su preocupación por la falta de diálogo y la imposición de medidas que parecen más una represalia que un esfuerzo genuino por mejorar la convivencia en la ciudad. La política local se ha vuelto un espacio de confrontación, donde las decisiones del intendente parecen estar guiadas por la necesidad de recuperar control luego de un revés electoral, en lugar de buscar el bienestar colectivo.

Esta situación no solo refleja un estado de tensión entre autoridades y ciudadanos, sino que también plantea interrogantes sobre la ética en la gestión pública y la responsabilidad de los funcionarios hacia la comunidad. La dirección que tome el gobierno municipal en los próximos días será crucial para determinar si se logra restablecer la confianza entre la administración y los vecinos, o si, por el contrario, el clima de confrontación se profundiza aún más.

Te puede interesar:

Subir