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En una ceremonia llena de emociones y tensiones políticas, varios legisladores de la oposición expresaron su apoyo a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner durante su juramento. Las menciones no se limitaron a ella; también se recordó al exmandatario Néstor Kirchner y a las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo, enfatizando la importancia de la memoria histórica en el ámbito político argentino.

Desde el Frente de Izquierda, los diputados hicieron eco de reclamos internacionales, como el apoyo a Palestina, y mostraron su descontento ante las reformas laborales propuestas. Un momento destacado ocurrió cuando la legisladora Myriam Bregman tuvo un cruce verbal con la diputada libertaria Lilia Lemoine, advirtiendo: “Que esta señora se calle la boca, porque la verdad nos tiene re cansados”.

Emoción, consignas y tensiones internas marcaron la jornada. Virginia Gallardo, representante libertaria por Corrientes, juró sosteniendo a su hija en brazos, prometiendo hacerlo “por la familia, las infancias y un futuro mejor”. Después de su juramento, se volvió hacia Javier y Karina Milei para saludarlos desde el estrado, mostrando la conexión personal que muchos legisladores buscan establecer con sus electores.

Las intervenciones de figuras de Unión por la Patria también hicieron hincapié en reivindicaciones históricas del peronismo y de los derechos humanos. La diputada Lucía Cámpora juró “por la memoria de Néstor, los 30 mil y la libertad de Cristina y del pueblo argentino”. Horacio Pietragalla, un conocido nieto recuperado y exsecretario de Derechos Humanos, subrayó su juramento con una referencia directa a los desaparecidos: “Por los 30 mil compañeros detenidos desaparecidos, por la justicia que implementó Néstor en cada condenado genocida por delito de lesa humanidad y por la libertad de Cristina Fernández de Kirchner.”

Sin embargo, la ceremonia no estuvo exenta de altercados y abucheos. La diputada María “Marita” Elena Velázquez provocó un momento de tensión al hablar en nombre de Guillermo Moreno, definiéndose “orgullosamente peronista” mientras sus contrincantes políticos la abucheaban. Este intercambio reflejó el clima polarizado que permea la Cámara, donde incluso se escuchó la frase “¿Vos me vas a venir a callar?” durante la transmisión oficial.

Por su parte, Vanesa Siley utilizó su juramento para defender abiertamente a la ex presidenta, afirmando su “inocencia” y el papel de los trabajadores y sus familias. En una línea similar, Teresa García centró su juramento únicamente en “la libertad de Cristina”, refiriéndose específicamente a la condena dictada en la causa Vialidad.

Estos eventos en el legislativo argentino no solo muestran la división política actual, sino que también reflejan una constante lucha por la memoria y la justicia, temas que resuenan fuertemente en la sociedad argentina. La figura de Cristina Fernández de Kirchner sigue siendo un símbolo polarizador, encapsulando la complejidad de la política argentina moderna. A medida que avanza el nuevo ciclo legislativo, estas tensiones continuarán moldeando el debate público y político del país.