¡Increíble! Una diputada de Chubut quiere que los niños aprendan “educación emocional” ¡y esto podría cambiarlo todo!

La diputada provincial Karina Otero (Despierta Chubut) ha presentado un proyecto de ley que busca incorporar contenidos de Educación Emocional al diseño curricular de todos los jardines de infantes de Chubut, abarcando tanto instituciones públicas como privadas. Esta iniciativa se enmarca dentro de los principios establecidos por la Ley de Educación Nacional y la normativa provincial, que resaltan la importancia de la formación integral, la participación ciudadana y la construcción de valores desde los primeros años de vida.

El enfoque del proyecto se basa en la premisa de que la primera infancia —desde el nacimiento hasta los 6 años— es una etapa crucial para el desarrollo del cerebro y la adquisición de habilidades que acompañarán a cada persona durante toda su vida. En sus argumentos, Otero cita organismos internacionales como la UNESCO, que sostienen que los niños que crecen en entornos seguros, estimulantes y afectivos tienen mayores oportunidades de desarrollar su potencial y convertirse en adultos que participen plenamente en la vida social y económica.

El proyecto destaca que los vínculos tempranos con adultos y pares dejan huellas profundas en la constitución psíquica de los niños, moldeando su identidad y ayudándoles a comprender el mundo que los rodea. Según Rafael Bisquerra, presidente de la Red Internacional de Educación Emocional y Bienestar, la educación emocional se define como “un proceso educativo, continuo y permanente” cuyo objetivo es fortalecer competencias como la empatía, el autocontrol, la expresión adecuada de sentimientos y la resolución de conflictos.

Además, el proyecto cita a autores como Steiner y Perry, quienes identifican tres capacidades básicas que los niños deben desarrollar: comprender las emociones, expresarlas productivamente y escuchar al otro. Estas habilidades son fundamentales para la integración en grupos sociales, favorecen la construcción de vínculos saludables y preparan a los niños para enfrentar situaciones de frustración, violencia o vulneración de derechos.

Otero también destaca que varias provincias argentinas, como Corrientes, Misiones, Chaco, Tucumán y Jujuy, ya han avanzado en legislaciones similares, incorporando programas específicos de educación emocional o socioemocional en los niveles iniciales. Ante esta tendencia, considera necesario que Chubut dé un paso equivalente e incluya estos contenidos de manera “sistemática y transversal” en todo el Nivel Inicial.

Aspectos Clave del Proyecto de Ley

El artículo N° 2 del proyecto establece que se entiende por Educación Emocional al “proceso de enseñanza y aprendizaje de las habilidades y competencias emocionales y sociales, como: autoestima, autoconciencia, empatía, perseverancia, autoconocimiento, autocontrol, la resolución de conflictos, la cooperación y el arte de escuchar, entre otros”. Además, busca “promover situaciones de enseñanza que posibiliten el reconocimiento y la expresión de sus emociones, mediante juegos, dinámicas, análisis de películas y/o actividades artísticas”.

El proyecto también aspira a “generar habilidades para que los niños puedan detectar cuando están siendo víctimas de algún tipo de violencia” y “promover el respeto y valoración de la integridad de las personas, la intimidad propia y ajena para prevenir diversas formas de vulneración de derechos, como el maltrato infantil, abuso sexual y trata de niños”.

El Ministerio de Educación será la autoridad de aplicación de esta ley, encargándose de definir lineamientos curriculares, diseñar propuestas pedagógicas, capacitar a docentes, generar espacios de formación para familias y evaluar la implementación del programa.

Si la iniciativa es aprobada, lo cual requiere un análisis en comisión antes de ser tratada en el recinto legislativo, la incorporación de los contenidos será gradual y entrará en vigencia una vez que se integren formalmente al diseño curricular. Se prevé que el Ministerio informe a la Legislatura sobre los avances y resultados después del primer año de ejecución.

Con esta propuesta, Otero busca que las escuelas estimulen el reconocimiento y la regulación de emociones desde los primeros años, creando entornos que favorezcan la empatía, la convivencia y el aprendizaje, contribuyendo así al desarrollo integral de los niños en Chubut.

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