¡Inesperado! Científicos revelan un misterio del cometa 3I/ATLAS que cambiará todo lo que sabemos. ¿Te atreves a perderte esto?

El 24 de octubre de 2025, el radiotelescopio MeerKAT, ubicado en Sudáfrica, detectó una señal de radio proveniente del cometa 3I/ATLAS, generando una ola de especulación a nivel mundial. Muchos comenzaron a hablar de mensajes alienígenas o códigos ocultos, evocando comparaciones con la famosa señal WOW! de 1977. Sin embargo, lo que realmente se encontró fue algo mucho más interesante para la ciencia.

La señal captada era en realidad una firma química, específicamente líneas de absorción en frecuencias de 1665 y 1667 MHz, causadas por radicales hidroxilo (OH). ¿Qué significa esto? Que al acercarse al Sol, el cometa comenzó a evaporarse agua, liberando moléculas que interactúan con las ondas de radio. Por lo tanto, la idea de que se tratara de un llamado extraterrestre quedó descartada.

El Dr. Stephen Potter, astrónomo del Observatorio Sudafricano de Radioastronomía, explicó: “Es la primera vez que detectamos una señal de este tipo en un objeto interestelar. Confirma que 3I/ATLAS es un cometa activo, con una coma rica en vapor de agua, similar a los cometas que orbitan nuestro sistema solar”. Esta revelación es crucial, ya que posiciona a 3I/ATLAS como el tercer objeto interestelar detectado en nuestro vecindario cósmico, después del enigmático 1I/ʻOumuamua y el más habitual 2I/Borisov. A diferencia de estos, 3I/ATLAS sí emitió una señal de radio que se pudo detectar.

Las redes sociales se encendieron con teorías de todo tipo: en Reddit, alguien afirmó que la señal contenía una secuencia de Fibonacci, mientras que en TikTok se hablaba de una frecuencia que coincidía con transmisiones lunares. En Twitter, otros aseguraban que era una advertencia de una civilización que nos observa. Este frenesí, no obstante, es pura ficción.

Incluso el astrofísico Avi Loeb, de la Universidad de Harvard, quien ha defendido la posibilidad de que 1I/ʻOumuamua pudiera ser una nave alienígena, se desmarcó de tales especulaciones al afirmar: “La señal de 3I/ATLAS es coherente con procesos naturales. No hay indicios de tecnología artificial”. Así, la fascinación por la palabra señal sigue capturando la imaginación popular, recordándonos a Contact o Interstellar, aunque la realidad sea mucho más sencilla y química.

Lo que resulta intrigante es que esta señal no solo desmiente mitos, sino que también acerca a 3I/ATLAS a los cometas que conocemos. Al emitir OH, tener agua y formar una coma al acercarse al Sol, se parecen más a los cometas de nuestro propio sistema solar de lo que podríamos pensar. Este hecho aporta una revelación importante: los procesos que forman cometas pueden ser universales, sugiriendo que el agua, un ingrediente esencial para la vida, está presente en otros sistemas estelares, viajando por el espacio como un mensaje silencioso.

El corrimiento Doppler de la señal ha permitido calcular que el cometa se mueve a más de 68 kilómetros por segundo respecto al Sol. Asimismo, la sonda china Tianwen-1, en órbita de Marte, logró captar imágenes de 3I/ATLAS entre el 1 y el 4 de octubre, revelando una coma de varios miles de kilómetros y una intensa actividad gaseosa. Todo indica que estamos ante un cometa plenamente activo, reforzando la idea de que 3I/ATLAS no es solo una roca inerte, sino un objeto en constante interacción con su entorno.

En conclusión, el hallazgo de la señal del cometa 3I/ATLAS abre nuevas avenidas para el estudio de la química de los cometas que provienen de otros sistemas estelares. Aunque la fantasía de los mensajes alienígenas haya cautivado a muchos, la realidad científica detrás de este fenómeno es igualmente fascinante y nos invita a explorar más sobre nuestro universo y sus misterios.

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