¡Inesperado! Pamela Verasay revela su plan secreto para reducir las provincias ¡y las consecuencias serán devastadoras!

La reciente situación en el ámbito político de la Unión Cívica Radical (UCR) ha revelado tensiones internas significativas que podrían marcar el rumbo del partido en el futuro inmediato. El miércoles, el espacio Provincias Unidas (PU), conformado por seis gobernadores, no logró consolidar su bloque en Diputados. En medio de este escenario, la diputada mendocina Pamela Verasay, alineada con el gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo, propuso formar una bancada pura sangre del partido centenario.
Verasay, sin rodeos, instó a los radicales a dejar de lado cualquier alianza con el bloque de PU, a pesar de que dos gobernadores, Gustavo Valdés de Corrientes y Carlos Sadir de Jujuy, podrían estar en ambas orillas. La reunión, llevada a cabo en la oficina de la UCR, reunió a una decena de radicales, aunque se ausentaron figuras clave como Mariela Coletta, cercana a Martín Lousteau, quien había pedido un perfil de “centro opositor” que no logró resonar entre los asistentes. Primó la idea de buscar consensos con el Gobierno, aunque sin perder el margen de negociación.
Los diputados de la UCR
Durante el encuentro, Verasay hizo de anfitriona ante diputados de diferentes provincias, incluidos María Inés Zigarán de Jujuy y Diógenes González de Corrientes, ambos electos de provincias gobernadas por la UCR que habían militado en Provincias Unidas. Este hecho envió un mensaje claro: ni Zigarán ni González, ni sus jefes, participaron de la reunión de PU, donde sí estuvo Coletta.
En esa reunión de PU, sólo estuvieron presentes tres de los seis gobernadores: Maximiliano Pullaro de Santa Fe, Ignacio Torres de Chubut y la vicegobernadora de Córdoba, Myriam Prunotto. Además, el gobernador de Santa Cruz, Claudio Vidal, también se ausentó, lo que intensificó la incertidumbre en torno a la cohesión del bloque. La situación se complicó aún más cuando Miguel Pichetto abandonó la reunión, en medio de la exigencia de Pullaro de que la jefatura del bloque recaiga en Gisela Scaglia.
Por otro lado, el diputado jujeño Jorge Rizzotti, que tiene mandato hasta 2027, faltó a la cita con Verasay y asistió a la reunión de PU, mostrando lealtad al exgobernador Gerardo Morales. Rizzotti, que no forma parte del bloque UCR actual, se pasó el año pasado a Democracia Para Siempre, una bancada crítica. En el radicalismo existen sospechas de que Morales podría seguir este mismo camino a partir de diciembre.
La reunión convocada por Verasay también contó con la presencia del mendocino Lisandro Nieri, los chaqueños Guillermo Agüero y Gerardo Cipollini, quienes se conectaron por Zoom, y el entrerriano Darío Schneider. Estos últimos son parte de las tres provincias radicales que hicieron alianza con La Libertad Avanza en octubre. Asimismo, estuvieron Karina Banfi, bonaerense con mandato hasta 2027, y Pablo Juliano, quien deja DPS y es visto en Provincias Unidas. Ambos asistieron a ambas reuniones.
La charla se extendió por varias horas, y Verasay dejó claro que la intención de un bloque radical no es ser aliado permanente, sino trabajar para buscar acuerdos que reflejen la agenda de la UCR, la cual dominará el recinto en los próximos dos años.
El futuro del bloque y la UCR
El gobernador Valdés, el único en Provincias Unidas que ha ganado elecciones hasta ahora, no ha emitido señales claras sobre su futuro en el ámbito político. Sin embargo, dentro de su entorno comienzan a reconocer que la alianza entre gobernadores parece haber llegado a su fin. “El destino del diputado González dependerá de su relación con Pullaro, que no está en el mejor momento”, confiaron fuentes cercanas al gobernador saliente.
La discusión sobre el futuro de la UCR en el Congreso también se trasladará al Senado y a la renovación del Comité Nacional, programada para el 12 de diciembre. Valdés es mencionado como un posible presidente, aunque su entorno lo niega. Los radicales que recorren los pasillos del comité creen que el gobernador buscará avales y podría terminar siendo el elegido, tras un operativo clamor.
En el Senado, Valdés cuenta con dos bancas, incluida la del jefe, Eduardo Vischi, quien fue anfitrión de varias reuniones, incluso la que recibió a Patricia Bullrich. Cornejo confía en sostener un bloque de diez miembros y ser árbitro de las votaciones, algo que fuentes cercanas a Vischi no desmienten. En el ámbito de PU, se espera sumar a un interbloque amplio, aunque esta posibilidad no está garantizada. “Hasta hace una semana parecía posible; hoy ya no”, confirman fuentes de Corrientes. En la cámara alta, los bloques se presentan en febrero, lo que deja tiempo para las negociaciones.
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