¡Lo que Charles Edwards reveló a Willy Woo te dejará boquiabierto! Descubre el dato que cambiará tu perspectiva sobre las criptomonedas.

La creciente preocupación por la seguridad de Bitcoin está impulsando cambios significativos en el mercado, en medio de la inminente llegada de la computación cuántica. Recientemente, se ha observado un movimiento importante en la distribución del suministro de bitcoin (BTC) hacia distintos formatos de direcciones. Este fenómeno, lejos de ser interpretado como una simple toma de ganancias, ha sido denominado por algunos analistas como una «limpieza del sistema» proactiva ante el riesgo cuántico.
Willy Woo, reconocido analista de mercados, ha alertado a la comunidad sobre la llegada de las potencialmente devastadoras computadoras cuánticas (BSQC, por sus siglas en inglés). Tradicionalmente, la seguridad de Bitcoin se centró en proteger la clave privada; sin embargo, Woo aclara que, ante la amenaza de los BSQC, también es crucial salvaguardar la clave pública. Esto se debe a que una computadora cuántica suficientemente avanzada podría deducir la clave privada a partir de una clave pública expuesta.
Las direcciones Taproot, que comienzan con «bc1p», incorporan la clave pública directamente en la dirección, lo que las hace particularmente vulnerables al algoritmo de Shor, capaz de romper la criptografía que protege a Bitcoin. En cambio, los formatos más antiguos ocultan la clave pública detrás de un hash, lo que dificulta su descifrado.
Recomendaciones para Proteger tus Inversiones
Para mitigar este riesgo, Willy Woo propone varias medidas que los usuarios pueden tomar de manera individual. La primera es crear una nueva cartera SegWit que comience con “bc1q” o utilizar formatos más antiguos que comiencen con “1” o “3”. En segundo lugar, sugiere transferir todos los BTC a esta nueva dirección segura. El tercer paso consiste en continuar acumulando satoshis en esta dirección, evitando en lo posible enviar BTC desde allí, ya que esto expondría la clave pública a ataques de BSQC.
Finalmente, Woo aconseja esperar a que la red Bitcoin se actualice a un protocolo resistente a la computación cuántica, un proceso que podría tomar varios años. Cuando la red esté menos congestionada, recomienda enviar BTC a la nueva dirección cuántica que se desarrolle, reconociendo que durante la breve transacción la clave privada se revela, aunque con un riesgo de robo bajo en ese corto lapso.
Un gráfico compartido por Woo muestra una tendencia que respalda su argumento: desde principios de 2024, ha habido una disminución en el porcentaje del suministro de bitcoin almacenado en direcciones Taproot (P2TR). Muchos interpretan este retroceso como una señal de venta masiva, pero Woo lo ve como una «migración proactiva de monedas hacia formatos más resistentes». Las direcciones Taproot, al exponer la clave pública de inmediato, son consideradas más vulnerables. En cambio, los formatos SegWit (P2WPKH/P2WSH) solo exponen la clave pública cuando los fondos se utilizan por primera vez, permitiendo un margen de tiempo para una posible migración o actualización antes de un ataque.
La Necesidad de una Actualización Consensuada
A pesar de las recomendaciones individuales, la firma de inversiones Capriole, liderada por su fundador Charles Edwards, expresa escepticismo sobre la eficacia de estas estrategias. Edwards advierte que si la seguridad cuántica de Bitcoin depende de que cada usuario actúe de forma impecable, el valor de la criptomoneda podría llegar a ser cero. La crítica se basa en que la dependencia de la perfección del usuario es poco realista, ya que las personas son «perezosas, falibles y tienen vidas», lo que podría obstaculizar la adopción de la tecnología y, en consecuencia, reducir el tráfico transaccional.
Además, existe un riesgo persistente en el 30% del suministro de BTC, que se encuentra en formatos de direcciones más antiguos y potencialmente vulnerables, lo que podría permitir robos masivos y socavar la percepción de Bitcoin como «dinero duro». Por ello, Edwards sostiene que «la única esperanza de Bitcoin reside en una actualización consensuada de la red, acordada en 2026».
Mientras se aguarda una solución a nivel de protocolo, Capriole ha lanzado un Índice Cuántico, un producto financiero diseñado como cobertura contra los riesgos que la computación cuántica podría presentar a la seguridad de la red Bitcoin. Este índice agrupa a empresas que trabajan en el desarrollo de tecnología cuántica, ofreciendo una vía para mitigar el temor de que las computadoras cuánticas puedan romper los algoritmos criptográficos que protegen Bitcoin.
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