¡No podrás creer lo que revelaron Ricardo Darín y Andrea Pietra en Escenas de la vida conyugal! ¡Descúbrelo antes de que se acabe!

Escenas de la vida conyugal, la célebre obra del director sueco Ingmar Bergman, regresa al escenario argentino con una interpretación vibrante y contemporánea. Esta versión, adaptada por Fernando Masllorens y Federico González del Pino y dirigida por la talentosa Norma Aleandro, cuenta con las actuaciones estelares de Ricardo Darín y Andrea Pietra. Las funciones se realizarán en el Teatro Coliseo (Marcelo T. de Alvear 1125) desde el 20 de noviembre hasta el 7 de diciembre, casi todos los días, en horarios de 19.30 a 21.30, con una duración de 105 minutos. Según nuestra opinión, la propuesta es buena.

Aunque la obra no es un estreno en sí, para muchos espectadores, incluyéndome, será la primera vez que la vean en su formato teatral. Escenas de la vida conyugal se originó en 1973 como miniserie televisiva, luego se transformó en una película, y casi una década más tarde, en una obra de teatro. En Argentina, la primera puesta estuvo a cargo de Norma Aleandro y Alfredo Alcón en 1992. Posteriormente, en 2013, Aleandro volvió a dirigir la obra, esta vez con Darín y Valeria Bertuccelli en el elenco, papel que luego asumió Erica Rivas (2014-2017) y, desde 2018, Andrea Pietra. Ahora, la dupla Darín-Pietra, que ha tenido exitosas presentaciones en gira por el exterior, se presenta en Buenos Aires.

La trama se centra en un matrimonio profesional de clase media, Juan y Mariana, quienes, aunque se quieren, atraviesan un desgaste emocional. Son padres de dos hijas y se enfrentan a la rutina que consume su relación. Reflexionan sobre el sentido de continuar juntos, lidiando con el miedo al qué dirán, el dolor del divorcio y la difícil tarea de desarmar una vida compartida. Este conflicto, aunque común y conocido, se presenta con una profundidad que resuena en cualquier espectador que haya experimentado la complejidad del amor.

Sin embargo, lo relevante es el cómo se narra esta historia. La obra está dividida en siete episodios en los que los personajes, Juan y Mariana, se dirigen directamente al público, explicando el contexto de cada acto. Títulos como “El arte de esconder la basura” y “Cama de clavos” ofrecen indicios sobre los temas que se explorarán. La escenografía es austera, con una cama matrimonial, un escritorio y un sillón, elementos que cambian entre episodios, mientras que la música instrumental de Diego Savoretti acompaña el ritmo de la obra.

La obra es, como se suele decir, “de actores”. Ambos intérpretes, Darín y Pietra, son reconocidos en el medio y no requieren presentación. Están bajo la dirección de Aleandro, una maestra de actores que ha navegado por el texto con una maestría notable. La expectativa es alta, especialmente considerando que Darín es uno de los pocos artistas que atrae una audiencia asegurada, como lo hacen también Guillermo Francella y Joaquín Furriel.

Lo curioso de esta producción es la risa que emana del público, que en muchos casos parece responder a las observaciones de Juan, el personaje interpretado por Darín. Su cinismo y falta de empatía generan un humor que, en ocasiones, contrasta con la vulnerabilidad de Pietra. Ella representa el lado más frágil y emocional de la relación, aunque su pasión no siempre logra romper el distanciamiento que los envuelve.

En definitiva, Escenas de la vida conyugal se presenta como una comedia que, a pesar de los momentos tensos, apunta hacia un final optimista. La dirección de Aleandro busca explorar conflictos emocionales que pueden ser pesados, pero logra que el público salga en busca de nuevos caminos, reflejando la esencia de la obra de Bergman, que, aunque oscura, siempre deja un rayo de luz al final del túnel.