Hoy

Los países que cortan Internet para intentar frenar las protestas sociales

No hay comentarios | Publicado el jueves 26 de diciembre

Los países que cortan Internet para intentar frenar las protestas sociales son un ejemplo de las tensiones sociales modernas.

El caso de la India es paradigmático.

Decenas de miles de indios salieron a las calles para protestar contra la nueva ley de inmigración.

Esta medida afecta especialmente la naturalización de los musulmanes.

El gobierno reaccionó con varias medidas, entre ellas aplicando un bloqueo a Internet.

El objetivo es bloquear el mecanismo por el cual los manifestantes se convocan a las marchas.

Una de las mayores empresas telefónicas del país reconoció que, a pedido del Ejecutivo de Nueva Delhi, había dejado también de operar su servicio de telefonía móvil.

India, tierra de «cortes»

Esta modalidad no es nueva en la India gobernada por primer ministro Narendra Modi.

Según estudios de la organización Access Now, India es el país con más apagones de Internet en todo el mundo.

Pero la decisión tiene costos.

De acuerdo con un reporte del think tank  Indian Council for Research on International Economic Relations (ICRIER), las 16.300 horas de bloqueo de internet entre 2012 y 2017 le costaron a la economía del país más de tres mil millones de dólares.

Sin embargo, la India no es único país en promover estos apagones anti-protestas.

Los países que cortan Internet para intentar frenar las protestas sociales
Los países que cortan Internet para intentar frenar las protestas sociales

Apagones digitales en varios países

A mediados de noviembre, en Irán la red fue apagada en respuesta a las protestas generadas por el impuesto al combustible impulsado por el gobierno del presidente Hassan Rohani.

Durante diez días no hubo señal en Teherán, y en las regiones donde hubo más manifestaciones la medida se extendió por hasta dos semanas.

El bloqueo paralizó muchas actividades de la vida cotidiana.

También se vio afectado el trabajo de los medios y de las organizaciones de derechos humanos.

Por su parte, África tampoco escapa esta preocupante estrategia de apagones.

Muchos usuarios de ese continente deben lidiar sufren constantes apagones en el servicio en el contexto de elecciones o grandes manifestaciones.

Pero, asimismo también sufren la censura, especialmente en países como Ruanda, Uganda y Camerún.

En Turquía, los apagones digitales forzosos también son moneda corriente.

El gobierno bloquea una y otra vez plataformas como YouTube o Twitter cuando se publica en ellas contenido que critica al Ejecutivo.

También durante las protestas del parque Gezi, en 2013, durante varias horas no hubo acceso a Twitter y Facebook, y las otras conexiones a la red no podían realizarse a velocidad normal.

El gobierno desmintió las acusaciones de que había ordenado un bloqueo contra las redes sociales, pero la sospecha persiste.

Rusia tampoco se queda atrás.

Siguiendo el modelo chino, ejecuta el control centralizado del tráfico de datos.

La nueva ley de Internet, vigente desde noviembre establece la creación de un internet «soberano”, independiente de los servidores extranjeros.

Los proveedores también deben garantizar que el tráfico de datos pueda ser monitoreado de manera centralizada.

Además del servicio secreto nacional, el FSB, también la autoridad de supervisión de telecomunicación.

China, control digital total

Gracias al control masivo que realiza el gobierno chino, en el gigante asiático los apagones totales casi no son necesarios.

Poco antes del 30 aniversario de la masacre de Tiananmén, las autoridades chinas bloquearon Wikipedia.

Buscadores como Google y redes sociales como Facebook, Twitter, YouTube y WhatsApp también están bloqueados.

Y especialmente cuando hay acontecimientos políticos importantes, las autoridades suelen tomar medidas también contra las conexiones VPN.

Según Likhita Banerji, de Amnistía Internacional, «cada vez se ven más casos en los que las autoridades usan la desconexión de internet como un instrumento para sofocar el derecho a la protesta pacífica».

Y agrega: «Estas desconexiones son una violación al derecho de libertad de expresión”.

con información de Deutsche Welle

Deja un comentario