¿Puede el massismo salvar al peronismo? Descubre el plan secreto que podría cambiarlo todo… ¡No te lo pierdas!

El espacio liderado por Sergio Massa enfrenta un reto significativo hacia el 2026, en un contexto marcado por la necesidad de reorganizar un peronismo que ha sido debilitado tras la reciente derrota en las elecciones de medio término. Este proceso se encuentra atravesado por tensiones internas, al tiempo que el Frente Renovador trabaja en una agenda de reformas, entre ellas la tributaria, para posicionarse como una alternativa viable frente al gobierno de Javier Milei. “Hay que avanzar en todo lo propositivo. La oposición a Milei tiene que transformarse en propuestas alternativas. Eso es lo principal rumbo al 2026”, subrayan desde el Frente Renovador.

En el marco de los debates que se avecinan, particularmente en relación a la reforma laboral impulsada por el gobierno nacional, Massa se reunió recientemente con miembros de la CGT. Aunque los detalles del proyecto oficial aún no han sido revelados, ya se vislumbran inquietudes sobre varios puntos, como la posible extensión de la jornada laboral, el fraccionamiento de las vacaciones, la implementación de salarios a la baja, la modificación de la indemnización por despidos y la limitación del pago de horas extras.

Desde las filas del massismo, insisten en que “hay que abrir la discusión porque hay muchos temas para debatir”, enfatizando que “es imposible hablar de la reforma laboral sin considerar los costos tributarios de las empresas”. Además, proponen “la necesidad de actualizar los modos de trabajo”, dado que “hoy la curva de los trabajadores formales e informales se están encontrando y se cruzan”. Para abordar estos temas, ya han comenzado a trabajar desde la Fundación Encuentro.

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En cuanto a la reforma laboral, la consigna es no cerrarse al debate, sino abordarlo desde una perspectiva de modernización que actualice las condiciones laborales. Esto incluye desde el cumplimiento efectivo de los convenios colectivos hasta la incorporación de discusiones sobre robótica e inteligencia artificial. “Hay que renovar y volver a vincular a la gente con el peronismo y la CGT”, recalcan.

Un punto destacado por Massa y su equipo es que “hay que tomar medidas precisas para incorporar al mundo del trabajo a los que están afuera, y que no están desocupados, esto es lo más grave. Trabajar en negro significa no tener jubilación, seguro de salud, son temas centrales en los que estamos trabajando”.

Otros ejes de la agenda hacia 2026 incluyen una reforma tributaria y una ley de coparticipación federal que reevalúe el reparto de recursos con las provincias. “En la Reforma Tributaria se está trabajando mucho. Es una propuesta alternativa a lo que hoy se vive, donde le bajan impuestos a los más poderosos y a los sectores más vulnerables no les ha cambiado un ápice, ha habido una superposición. Tenemos que ir con propuestas y no ser reactivos al Gobierno”, destacan.

La unidad del peronismo

El entorno de Massa reconoce que buscar la unidad en el peronismo es un desafío. Este objetivo se complica por la dinámica interna del espacio, que está marcada por diferencias entre el sector de Cristina Kirchner y el del gobernador bonaerense, Axel Kicillof. En este contexto, el massismo ha intentado equilibrar posturas, como lo demuestra su rol en la aprobación del paquete fiscal en la Legislatura bonaerense.

Sobre este aspecto, el massismo sigue abogando por la unidad, pero enfatizan dos elementos esenciales: tener propuestas y ampliar los límites. “Siempre planteamos la ampliación, ir incorporando a todos los sectores que tienen que ver con el movimiento nacional, con la idea del país alternativo. Es un imperativo de la democracia tener un proyecto alternativo, es nuestra obligación”, afirman.

Sergio Massa transmite a sus dirigentes que no deben perder de vista que el peronismo es la principal oposición al gobierno de Milei. En este marco, no solo deben enfocarse en la creación de nuevas propuestas, sino también en la formación de nuevos cuadros, destacando el trabajo de las diputadas electas Jimena López y Marina Salzmann.

No obstante, mencionan que la falta de organización es un obstáculo para unificar proyectos y facilitar el debate interno. “Falta seguir discutiendo entre nosotros, falta dar vuelta la página de pensar de forma reactiva a Milei; cosas nuevas, claramente falta otra dinámica de trabajo”, señala un diputado cercano a Massa, quien remarca que uno de los grandes problemas es que “no hay una conducción política clara”.

“Tenemos que unificar criterios conceptuales y políticos y, a partir de ahí, pensar cómo abrimos el espacio. Hay que dialogar con todos, todo el tiempo”, afirman.

A pesar de la autocrítica y el reconocimiento de las diferencias internas, en el massismo sostienen que “en los principales lugares de decisión se mantuvo la unidad, aun en un contexto de gran volatilidad política”, lo que interpretan como una muestra de la capacidad programática de Massa.

En resumen, uno de los principales retos es construir una alternativa real en un país donde la principal fuerza política es el ausentismo. “Con esos conceptos encaramos el 26”, concluyen.