En las redes, la dirigencia política argentina sufre los peores niveles de críticas de los usuarios
por Diego Corbalán
Existe un fenómeno que involucra a propios y ajenos en la práctica política argentina que, los propios endilgan a los ajenos y que los ajenos achacan a los propios.
En este juego de espejos políticos se va la reputación de la dirigencia vernácula, mientras crece el clima de críticas hacia los partidos políticos, con alcance al propio gobierno nacional.
Lo analizamos junto a Scidata para nuestro Monitor Digital Argentino (MDA) y lo contamos en el último informa elaborado en el arranque de 2022.
Política, en el tobogán
En la Argentina, una dinámica lenta pero constante se viene dando desde los años posteriores a la crisis de 2001 y reflejada en el comportamiento de los usuarios locales en Internet.
Al observar la evolución de consultas en Google sobre las cuestiones relacionadas con el gobierno en particular y la política en general, pondremos observar una preocupante correlación.
Desde 2004 a 2021, los promedios de búsquedas online acerca de ambos tópicos cayeron, en promedio, entre 43 y 44 por ciento. Dichas consultas apuntan a la búsqueda de información de todo tipo por parte de los argentinos conectados a la Web, tanto por la práctica política como la gestión de los gobiernos de turno.
Esta suerte de desenganche de los argentinos de la política, críticas mediante, comenzó su aceleración en la caída en 2007, en las dos presidencias de Cristina Fernández, con una leve recuperación entre 2014 y 2015, dentro de lo que se llamó el “fin de ciclo” del kirchnerismo (que, en realidad, fue la pausa entre el segundo de CFK y el tercero de Alberto Fernández, con Mauricio Macri en el medio).
Pese a correlación remarcada, también existieron diferencias. Si bien el interés por la gestión gubernamental continuó cayendo durante la presidencia de Cambiemos, las consultas en Google por la actividad política encontraron su piso entre 2015 y 2019 para volver a descender a los niveles más bajo de la serie histórica entre 2020 y 2022.
Distinto fue la evolución de las consultas sobre la gestión de gobierno. La baja en el interés ciudadano por el trabajo de las administraciones de gobierno continuó hasta 2018-2019, para dar un salto en 2020. ¿La razón? La pandemia, claro.
Sin embargo, este rebrote de interés ciudadano por las decisiones tomadas en la Casa Rosada volvió a desmoronarse entre 2021 y 2022, para encontrar su piso más bajo en 19 años de datos disponibles en la Web sobre las búsquedas de los argentinos.
Política y gobierno, en tiempos de coronavirus
Hagamos foco ahora en la evolución del vínculo de la ciudadanía argentina con la política y la gestión de gobierno, durante la evolución de la pandemia de la Covid-19.
Los datos recopilados y analizados junto a Scidata Argentina muestran, por un lado, el marcado y súbito interés por la gestión de Alberto Fernández al momento de decretar el inicio de la larga serie de cuarentenas para intentar frenar el avance del coronavirus.
El salto mayor, obviamente, se dio en marzo 2020, cuando comenzó el confinamiento social, con picos en abril, mayo y septiembre de 2021. En paralelo, las consultas sobre la práctica política local tuvieron picos en abril de 2020 y noviembre del mismo año. Ya en 2021, el interés por la dirigencia política volvió incrementarse en la previa de las elecciones primarias legislativa, con un pico marcado en septiembre, una vez conocida la derrota en las urnas del oficialismo en las PASO.
Sin embargo, como ya señaláramos, la dirigencia local también cayó en el desinterés ciudadano, en valores muy inferiores a los años anteriores.
La negatividad, en aumento
Otro rasgo que refuerza el análisis sobre el distanciamiento de la ciudadanía con la dirigencia argentina es la reputación digital de esta en la conversación de las redes sociales. Las críticas jugaron su papel.
Los datos compilados y analizados junto a Scidata muestran que la campaña electoral de 2021 logró mejorar el clima de charla sobre la política local, pero que el proceso electivo no alcanzó a consolidar la mejora de esa reputación dirigencial. Terminó la campaña y la valoración cayó.
Luego de alcanzar niveles máximos de menciones positivas en agosto (43,3%) hacia los principales dirigentes oficialistas y opositores, dichas citas comenzaron a caer hasta tocar valores mínimos en enero de 2022 (21,7%). En paralelo, las menciones negativas fueron teniendo caídas constantes en plena campaña electoral del año pasado, especialmente entre agosto y septiembre. Finalmente, treparon desde algo menos del 5% a poco más del 20% en enero.
En tanto, la reputación del gobierno tuvo un recorrido distinto. Las menciones negativas en Twitter a la gestión de Alberto Fernández hicieron cumbre en agosto de 2021, previo a la derrota electoral de las PASO y la crisis de gabinete, para luego recuperar terreno y volver a incrementarse la negatividad con la victoria opositora en las generales de noviembre. Sin dudas, el año electoral le pasó una dura factura a la gestión del Frente de Todos.
Recién entre diciembre del año pasado y enero de 2022 se advirtió una caída de las menciones negativas al gobierno kirchnerista. En paralelo, se dio una recuperación de las citas positivas, pero, manteniendo un diferencial negativo para la gestión de los Fernández.
Guzmán, Aníbal y Wado: el tridente digital del gobierno
Pongámosle ahora nombre y apellido a la gestión de Alberto Fernández, midiendo la reputación de sus ministros de gobierno. En ese sentido, tres nombres se recortan del resto como los funcionarios con mayor impacto digital.
De acuerdo con los datos que analizamos con Scidata para el Monitor Digital Argentino, el ministro de Economía, Martín Guzmán, su par de Seguridad, Aníbal Fernández y el de Interior, Wado de Pedro, tienen los mejores niveles de respaldos en las tres cuentas de redes sociales analizadas.
En Twitter, Facebook e Instagram, Guzmán sumó en enero el 24,4% de las interacciones favorables de todos los ministros nacionales. La medición se basa en la suma de retuits en Twitter, posteos compartidos en Facebook y likes en Instagram. En segundo lugar, se ubicó Aníbal Fernández con el 20,8% y muy cerca de Pedro con el 20,1%.
El resto de los colaboradores de Fernández quedaron muy lejos, con valores por debajo del 5%. Entre los que encabezan ese segundo lote se encuentran el ministro Turismo, Matías Lammens, su par de Mujer y Género, Elizabeth Gómez Alcorta y el titular de Defensa, Jorge Taiana.
Trío bajo la lupa de las críticas
De los tres ministros con más impacto digital, el titular de Interior, Wado de Pedro, es quien mejor parado sale de las críticas. A lo largo del primer mes de 2022, el dirigente cofundador de la agrupación La Cámpora sumó el 58% de menciones positivas y 42% de negativas.
Pese a los fuertes cuestionamientos a su figura, de Pedro logró comenzar el año sumando importantes respaldos. ¿De quién? De la militancia kirchnerista que contuvieron la andanada de críticas a su figura.
Por su parte, un escalón más abajo en reputación digital se ubicó Martín Guzmán, con 33% de menciones positivas y 67% de negativas.
A diferencia de de Pedro, Guzmán no goza de los beneficios de una militancia digital que lo apalanque. De este modo, los cuestionamientos a gestión y el manejo de la negociación de la deuda con el FMI terminaron impactando en su perfil reputacional.
Finalmente, en el podio se ubica Aníbal Fernández. El ministro es un guerrero de mil batallas digitales, especialmente en Twitter. El actual titular de Seguridad comenzó el año con apenas 25% de menciones positivas y un elevo 75% de negativas. Saldo claramente adverso.
Es cierto que todavía no había estallado con fuerza el tema de la cocaína adulterada en el conurbano bonaerense. Sin embargo, Fernández ya venía siendo objeto de críticas a su gestión en materia de lucha contra el narcotráfico, además del manejo de otros asuntos de seguridad nacional como el delito y el terrorismo.
Guzmán y la centralidad de la economía, en medio de las críticas
Busquemos ahora algunas razones por las cuales Martín Guzmán se convirtió en el colaborador de Alberto Fernández de más peso en las redes sociales. Sin dudas, las encontraremos por el lado de los problemas y desafíos de su área de trabajo.
De hecho, la categoría “economía” fue la que más acumuló menciones durante enero, sumando casi el 40% del total del diálogo general. El tópico logró se impuso a las menciones de odio (21,8%) y sobre la pandemia (15,3%).