¿Sabías que el 80% de lo que consideras “saludable” puede estar perjudicándote? ¡Descubre la verdad oculta!

En una reciente entrevista con Men’s Health, Marina Misenachs, nutricionista de la Academia Española de Nutrición y Dietética (AEND), abordó el preocupante fenómeno del consumo de alimentos ultraprocesados. Según Misenachs, la accesibilidad y el potente marketing de estos productos nos llevan a elegirlos en lugar de optar por opciones más saludables. "Compramos muchísimos productos ultraprocesados, que son muy accesibles, tienen un marketing brutal, cuando podríamos optar por alimentos frescos y básicos: frutas, verduras, legumbres, pescado", afirmó la experta. Además, desmitificó la creencia de que comer saludable es necesariamente más caro: "La realidad es que no tiene por qué serlo".
La popularidad de las comidas rápidas, como hamburguesas, pizzas y papas fritas, es un fenómeno global. Un estudio realizado por OpenInsights con una muestra de 80.000 usuarios en España revela que la cadena de comida rápida más popular recibe una media de dos compras mensuales por persona entre consumidores de 18 a 65 años. Sin embargo, Misenachs y otros expertos sugieren que no todos los alimentos procesados son perjudiciales. Alan Aragon, profesor de la Universidad Estatal de California, señaló en una entrevista a ZOE que la clave está en cómo construimos nuestra dieta.
"La dieta debe consistir principalmente en alimentos saludables que le gusten o le encanten a la persona", explicó Aragon. Esta afirmación pone de relieve la importancia de disfrutar la alimentación, lo que facilita mantener hábitos saludables. Aunque la definición de lo que es saludable puede ser compleja, Aragon sugiere que lo ideal es consumir alimentos mínimamente refinados y procesados, con excepciones como la proteína en polvo, que es crucial para el desarrollo muscular.
A medida que la sociedad se enfrenta a un creciente problema de sobrepeso, especialmente en la infancia, es fundamental implementar pequeños cambios en nuestros hábitos alimenticios. "De este modo, se minimizan las posibilidades de consumir en exceso una cantidad desmesurada de comida poco saludable", concluyó Aragon. Misenachs también enfatizó que solo se requieren un par de cambios para mejorar nuestra dieta, comenzando por la planificación de la compra.
Una alternativa efectiva es cocinar más en casa y aprovechar los productos de temporada. "Si cocinas más en casa, planificas la compra y aprovechas los productos de temporada, puedes comer mejor gastando lo mismo o incluso menos", destacó Misenachs. Este enfoque no solo mejora la calidad de lo que consumimos, sino que también representa una inversión a largo plazo en nuestra salud. "Al final, el dinero está bien invertido cuando contribuye a tu salud a largo plazo, no solo cuando llenas la despensa. Es un cambio de perspectiva: pagas menos en el supermercado, pero pagas más en el médico", agregó.
Por lo tanto, en el contexto de un mercado saturado de opciones poco saludables, es esencial que los consumidores argentinos tomen decisiones informadas sobre su alimentación. A través de la educación y la planificación, podemos optar por un estilo de vida que no solo sea accesible, sino también beneficioso para nuestra salud y bienestar a largo plazo.
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