¿Sabías que solo el 10% de las personas maneja bien el ejercicio intenso? ¡Descubre si estás entre ellos!

El desafío de mantener una rutina deportiva es una realidad para muchas personas, y sorprendentemente, menos de una cuarta parte de la población cumple con las recomendaciones de la OMS. En este contexto, investigadores del Reino Unido han realizado un estudio que indaga si la personalidad influye en la relación con el ejercicio. Publicado en la revista Frontiers in Psychology, el estudio sugiere que los rasgos individuales afectan tanto el compromiso como el disfrute del ejercicio físico. La doctora Flaminia Ronca, una de las investigadoras, destaca que cada cerebro procesa el esfuerzo de manera distinta, lo que implica que personalizar la actividad física según el perfil personal podría mejorar la adherencia a la rutina.

En el marco del estudio, los participantes fueron divididos en dos grupos. Uno de ellos siguió un plan de ejercicios de fuerza y ciclismo durante ocho semanas, mientras que el otro mantuvo su rutina habitual. Los investigadores midieron el grado de disfrute antes y después mediante cuestionarios específicos. Los resultados revelaron que las personas extrovertidas disfrutan más de actividades intensas y en compañía, mientras que aquellos con altos niveles de neuroticismo prefieren entrenamientos más solitarios. Estas diferencias evidencian que la personalidad es un factor determinante en la experiencia de hacer ejercicio.

Además, el análisis exploró la relación entre los rasgos psicológicos y el estrés. Al inicio del programa, ambos grupos mostraban niveles similares de estrés. Sin embargo, tras las ocho semanas, las personas con mayor neuroticismo experimentaron una notable reducción del estrés, lo que destaca un hallazgo importante. Según la doctora Ronca, este perfil psicológico se adapta especialmente bien al ejercicio físico, lo que podría sugerir que el impacto del entrenamiento no es uniforme y varía según la estructura psicológica de cada uno.

Los autores del estudio subrayan la importancia de encontrar una actividad que resulte agradable y que motive a continuar practicándola. Ronca aclara que no es necesario disfrutar de cada sesión y que es normal probar varias opciones hasta encontrar la adecuada. Por su parte, el profesor Paul Burgess enfatiza que cuando el ejercicio se adapta a la personalidad de cada individuo, la constancia en la práctica mejora de manera natural. El objetivo final es que la actividad física se convierta en un hábito sostenible, de modo que el deporte deje de ser percibido como una obligación y se integre en la rutina diaria.

Este estudio nos invita a reflexionar sobre cómo nuestras características personales pueden influir en la manera en que abordamos el ejercicio. En un país como Argentina, donde el sedentarismo es un desafío creciente, entender que la personalidad puede jugar un papel crucial en la adherencia a una rutina deportiva puede ser un primer paso hacia la promoción de estilos de vida más activos. La clave parece radicar en encontrar una actividad que no solo sea efectiva, sino que también resuene con nuestra forma de ser, permitiendo así que el ejercicio se convierta en un disfrute y no en una carga.

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