Hoy

Mucha nube, mucha dependencia

No hay comentarios | Publicado el martes 8 de junio

La caída de Internet a nivel Global fue un verdadero llamado de atención al mundo entero. La salida de de circulación de Spotify, Reddit o The New York Times, entre tantos otros, apunta al problema de la centralización de sus bases operativas.

Fastly es el talón de Aquiles del asunto. La caída de este proveedor de servicios en la nube mostró lo débil que pueden ser eslabones clave de la compleja maraña que lleva internet al mundo.

Un reciente estudio de Canalys pone de manifiesto la endebles de dicha infraestructura. Según esos datos, 6 de cada 10 sitios o servicios web en todo el mundo dependen de tan solo tres proveedores: Amazon Web Services, Microsoft Azure y Google Cloud. Hay otros participantes importantes en ese mercado (Alibaba, Oracle, IBM, Salesforce, Rackspace, VMWare). Sin embargo, todos ellos aglutinan muchísimos proyectos y desarrollos usados por millones de personas.

Pero la cuestión va un poco más allá. A esos proveedores de infraestructura en la nube, que son los sitios en los que están hospedados esos servicios, se le suman otros muchos componentes. Ellos son, por ejemplo, servidores de DNS, de bases de datos o, como en este caso, CDN (Content Delivery Networks), plataformas que actúan como catalizadoras del acceso a la información.

La idea parecía buena: si se caía su infraestructura, al menos no lo haría su CDN. La caída de Fastly demostró que al final todos nuestros servicios dependen de unos pocos gigantes tecnológicos. Y cuando uno de ellos cae, el efecto dominó es colosal.

Una historia reciente

En noviembre de 2020 la caída de servidores de AWS provocó una situación estrambótica en la que hasta las aspiradoras «inteligentes» dejaban de funcionar. Amazon S3 ya había experimentado una caída espectacular en febrero de 2017, y la mayoría de esas caídas se deben a fallos sorprendentes.

Tenemos el ejemplo de Facebook, que en marzo de 2019 sufrió un verdadero parate. La red social quedaba inaccesible junto a Instagram, WhatsApp y Messenger, y la culpa la tuvo «un cambio en la configuración del servidor».

Todas estas gigantescas caídas son preocupantes porque demuestran una y otra vez cómo un simple fallo en un servidor o un centro de datos puede afectar de forma terrible la actividad normal de un mundo que ya es absolutamente dependiente de internet.

Deja un comentario