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«Carne secuestrada» por los piratas informáticos

No hay comentarios | Publicado el viernes 11 de junio

La empresa de procesamiento de carne más grande del mundo reconoció que pagó unos 11 millones de dólares a los piratas informáticos que irrumpieron en su sistema informático en mayo de 2021. Se trata del gigante brasileño JBS, que el 31 de mayo que fue víctima de un ataque de ransomware.

Andre Nogueira, director ejecutivo de JBS en los Estados Unidos fue quien reconoció el hecho y el pago del «rescate». «Esta fue una decisión muy difícil de tomar para nuestra empresa y para mí personalmente», señaló. «Sin embargo, sentimos que esta decisión debía tomarse para prevenir cualquier riesgo potencial para nuestros clientes».

JBS dijo que la gran mayoría de sus instalaciones estaban operativas en el momento en que realizó el pago, pero decidió pagar para evitar problemas imprevistos y asegurarse de que no se filtraran datos.

El FBI de los Estados Unidos, atribuyó el ataque contra JBS a REvil. Se trata de una banda rusa que realizó algunas de las mayores demandas de ransomware registradas en los últimos meses.

Pirata, al ataque

El ransomware es un tipo de ataque cibernético que infecta los dispositivo electrónicos y mantiene su información como rehén hasta que pague una tarifa. Los expertos en ciberseguridad tienen una explicación para estos ataques. Una de ellas apunta al engaño a los empleados de las compañías. El bulo suele venir en formato de correos electrónicos o mensajes de texto falsos que permiten la entrada de software disruptivo en los sistemas corporativos.

El ataque apuntó a servidores que respaldan las operaciones de JBS en América del Norte y Australia. La producción se interrumpió durante varios días, incluso en la planta de procesamiento de carne de vaca de JBS Canadá, que emplea a más de 2.800 personas.

Ataques masivos

La noticia sobre el ataque y el pago de rescate de JBS se conoce pocos días después de que el Departamento de Justicia de EE. UU. anunciara que había recuperado la mayor parte de un pago de rescate multimillonario realizado por Colonial Pipeline, el operador del gasoducto de combustible más grande de esa nación. Colonial pagó un rescate de 75 bitcoins, valorado en 4,4 millones de dólares estadounidenses, a principios de mayo a un grupo de piratas informáticos con sede en Rusia.

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