Hoy

Educación versus algoritmos

No hay comentarios | Publicado el martes 18 de agosto

En el Reino Unido miles de estudiantes de la escuela secundaria fueron perjudicados por las notas que sacaron en su curso.

Dichas notas no se las puso un profesor, sino un algoritmo.

La pandemia de COVID-19 y la ausencia de exámenes presenciales obligó a las autoridades académicas a utilizar ese algoritmo para calificar a los alumnos.

El problema es que el algoritmo tomó en cuenta factores discutibles.

Estos datos hicieron que ahora cualquiera alumno pueda recurrir esas calificaciones que determinan parte de su futuro académico y laboral.

¡La culpa es del algoritmo!

Los exámenes GCE Advanced Level, más conocidos como A Level, son unas pruebas que realizan los estudiantes de Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.

Se efectúa tras los dos últimos años de la enseñanza secundaria.

El concepto es determinante para que muchos alumnos puedan cursar los estudios universitarios que desean y la carrera profesional a la que intentan encaminar sus pasos.

El problema es que el confinamiento hizo imposible que se celebre dicha evaluación.

Este contexto pandémico provocó que la nota obtenida por los alumnos no se determine por un exámen calificado por un profesor, sino por un algoritmo.

El programa tomó en cuenta factores coherentes como el historial del estudiante, pero también influyen otros más polémicos como el propio historial de sus compañeros y el centro al que pertenece ese estudiante.

El Departamento de Educación del Reino Unido anunció la puesta en marcha de un sistema de «triple bloqueo» (triple lock) para esos estudiantes.

El método permitirá a los estudiantes recibir la máxima calificación de tres alternativas.

Se trata de la nota calculada por el algoritmo, las notas de exámenes de prueba preliminares (‘mock exams’, celebrados entre noviembre y marzo) o la nota de un futuro examen presencial que se celebrará en otoño.

Lluvia de críticas

Las críticas al sistema de evaluación británico son abrumadoras.

Sin embargo, fue el algoritmo el que generó las mayores protestas y unos resultados especialmente llamativos.

Se debe a que dicho algoritmo es injusto con las minorías étnicas de entornos más pobres o de entornos desfavorecidos.

Stephen Curran, profesor y experto en educación, indicó que «chicos de cierto origen pueden encontrarse con que su nota ha disminuido».

Esto habría sucedido en Escocia, donde los chicos de entornos más desfavorecidos tenían el doble de posibilidades de ver sus notas rebajadas en comparación con los chicos que viven en zonas más ricas.

Esto provocó una avalancha de apelaciones por parte de los alumnos que no estaban conforme con sus notas, pero incluso este proceso parece haber levantado nuevas ampollas.

En Inglaterra, por ejemplo, la decisión de si se apela o no la nota no corresponde al alumno, sino al centro educativo, algo que otros expertos califican de «escandaloso».

Deja un comentario